«Ha sido un día soñado que no olvidaré jamás»
«Era muy difícil estar a la altura después de como ha estado el maestro Morante», manifestó
Marco Pérez superó otra prueba de fuego. No solo lo fue por el triunfo, por la puerta grande y por las buenas sensaciones que dejó en el sexto, sino por la capacidad de ponerse a la altura de la tarde, del acontecimiento y de la cima histórica en la que Morante de la Puebla puso la función en el quinto toro. Marco Pérez se unió al triunfo y se subió a hombros para saborear, al lado del maestro, la gloria de una tarde feliz y de éxito: «Estoy muy feliz. Ha sido una jornada soñada, porque presentarme en mi tierra y salir a hombros por esa puerta grande es lo que todos los toreros de Salamanca soñamos».
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Ahí no escatimaba elogios ni parabienes ante la memorable actuación del maestro en el ruedo de La Glorieta, segundos antes de que él volviera a entrar en escena para rematar la tarde ante Despertador: «Había que estar a la altura después de cómo ha estado el maestro Morante y cómo lo ha dado todo con el quinto toro. Por suerte, me he podido expresar toreando como yo lo siento al sexto, y creo que ha habido cosas importantes que me hacen irme muy feliz de mi primera tarde como matador de toros en La Glorieta. Estoy muy feliz y muy agradecido a Salamanca por su cariño y por cómo me han recibido, y por todo lo que me ha dado en esta tarde», confesaba el joven torero ya desde el coche que le llevaba ayer de madrugada a Istres (Francia), en el sureste del país, a más de 1.200 kilómetros de Salamanca, donde hoy vuelve a hacer el paseíllo, en un nuevo mano a mano, esta vez junto a su apoderado, Juan Bautista, que reaparece por un día en un cartel sin precedentes.
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