El joven al que mataron en Burgos por ser de Valladolid estudió en Salamanca

El Juzgado de Instrucción 3 de Burgos, en funciones de guardia, ha acordado este martes prisión provisional, comunicada y sin fianza del joven detenido en la madrugada del sábado 24 de febrero como presunto autor de la agresión que causó la muerte al vallisoletano en la zona de las Llanas de la capital burgalesa, por lo que se le investiga por un delito de homicidio.

La Policía Nacional detuvo el pasado domingo al joven de 23 años, vecino de Burgos, como presunto autor material de la muerte de Sergio Delgado, que celebraba esa noche una despedida de soltero junto a varios amigos.

Según el relato policial, el detenido propinó, presuntamente, un «fortísimo puñetazo» a la víctima, causándole la muerte prácticamente instantánea, cuando este se encontraba en la plaza de la Flora de la capital burgalesa.

Según ha indicado la Policía Nacional en un comunicado, el desencadenante pudo haber sido la condición de vecino de Valladolid del fallecido, si bien aún se está investigando la motivación de la agresión.

El fallecimiento del joven vallisoletano, de 32 años, se notifició sobre las 5.00 horas del sábado y en un primer momento los testimonios recabados en la actuación policial no indicaban que hubiera sufrido una posible agresión, si bien el análisis forense y las gestiones practicadas por la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional establecieron la posibilidad de que, en la secuencia de hechos que llevó a la muerte del joven, podrían haber intervenido terceras personas.

Así, y tras conseguir identificar a varios de los jóvenes que estaban en la zona en el momento de la muerte, se pudo determinar a última hora de la noche del sábado que la víctima había sufrido un ataque inesperado con un puñetazo que provocó su fallecimiento.

Una vez establecido el carácter doloso de la muerte, a primeras horas de este domingo la Policía Nacional identificó y detuvo a un joven de 23 años, vecino de Burgos como autor de la agresión.

La Policía Nacional ha indicado que la investigación ha sido especialmente compleja ante la falta inicial de testimonios que hacían presumir una muerte no violenta y la dificultad de identificar a los jóvenes implicados y de que estos recordasen con claridad los hechos, dada la hora en la que ocurrieron y el nivel de intoxicación etílica de muchos de ellos.