El abogado del acusado del 'crimen de Carnaval' mantiene que le clavó la navaja en legítima defensa y sin ánimo de matar

El juicio dio este martes inicio pasadas las doce del mediodía en la Audiencia Provincial de Salamanca, tras la llegada del acusado procedente de prisión a las 9:15 horas y la constitución del jurado popular, trámite que se dilató casi tres horas.

La Fiscalía pide 13 años de cárcel para J.A.V.S. por un delito de homicidio, la acusación particular 25 años por un delito de asesinato y la defensa la absolución porque considera que su cliente es inocente y alega que en su caso concurre la atenuante de drogadicción, subsidiariamente pide que se le condene por un delito de homicidio imprudente.

Mientras la fiscal del caso acusa a J.A.V.S. de un delito de homicidio y ha expuesto detalladamente su posición a los integrantes del tribunal popular, la acusación particular le considera autor de un delito de asesinato: «Para mi gusto la fiscal se queda corta», ha manifestado, insistiendo en que a su juicio en este caso hubo alevosía por lo que debe ser condenado por un delito de asesinato. En representación de la viuda e hijos del fallecido, el abogado ha incidido en «la envergadura» que por aquel entonces tenía el acusado, lo que a su juicio aprovechó para prevalerse de la situación y acabar con la vida de 'Tomy'.

Por último el abogado del acusado ha incidido en que este actuó en legítima defensa: «No existía intención, no existía ánimo de matar, por lo que no existe delito de dolo», ha dicho. Ha comenzado su intervención manifestando que desde el punto de vista jurídico en este caso le ha tocado «la parte más fea», dando acto seguido el pésame a los familiares «porque nadie ha querido nunca acabar con la vida del señor Tomás». «Desgraciadamente hay una persona que ha fallecido y que no puede estar aquí», ha dicho respecto a lo que ha reiterado que su cliente nunca quiso acabar con la vida de la víctima, que lo único que hizo fue ir a pedir explicaciones de por qué le habían dado a una amiga suya un botellazo y alguien le atacó con la navaja y «casualmente, fortuitamente», él acabó clavándosela. «Efectivamente se produce una agresión y su cliente acabó con la vida de una persona», pero de ahí a que haya sido intencionado… ha insistido. «Ninguna persona que fallece se convierte en buena por el hecho de fallecer, ni mi cliente es un delincuente (…). Este señor -en referencia al acusado- es un controlador de la ORA que tiene mujer y dos hijas pequeñas a las que no ha vuelto a ver desde hace dos años», ha dicho y ha concluido que el fatal desenlace se produjo «única y exclusivamente» porque su cliente fue «a pedir explicaciones a una persona que dio un botellazo a una amiga», que «se iba ya a casa».

Tras un biombo, la primera testigo protegida en declarar relató que la noche de autos fueron a ver una capea y después a tomar algo, a un par de bares y luego al bar La Muralla. «Pedimos las consumiciones y vi a un chico -en referencia al fallecido- que tenía una navaja, se la pasaba de una mano a otra, estaba como jugando con ella», ha explicado. Antes de ello, el acusado había tenido «un encontronazo con un par de chicos», que iban disfrazados de conejo blanco, llegando a agredir a alguno, pero lo solucionaron.

Más tarde, recuerda «ruido de cristales» y que vio a su amiga «tocarse la cabeza». El acusado fue a ver «qué había pasado» y cuando se giró vio al ahora fallecido abajo de las escaleras y le escuchó decir «baja, baja» y se veía claramente la navaja que llevaba, ha afirmado. No vio nada de lo que había pasado dentro pero J.A.V.S. salió «tranquilo», aunque tocándose la mano, y sorprendentemente les dijo que se fueran y no comentaron nada de lo ocurrido: «De hecho vinimos prácticamente en silencio, nos dijo que se había cortado con la navaja y no quiso ir al médico». Al día siguiente leyó en la prensa que había un fallecido y fue a contar lo que había presenciado.

La segunda testigo protegida en declarar dijo que no vio la pelea inicial porque, casualmente, estaba en el baño. Que no conocía al fallecido ni le llamó la atención nada en él, dijo primero, para luego afirmar que desde el principio se fijó en que estaba con la navaja por el bar: «Hasta un camarero le llamó la atención porque estaba todo el rato con la navaja» . En un momento dado notó q le golpeaban «con algo de cristal en la cabeza», se giró y vio «a este chico -en relación al fallecido- con el brazo levantado». Estaba como a un metro, y ha dicho que «igual no era para ella» porque desconoce por qué se lo tiró. Acto seguido, el acusado la sacó fuera del bar, de donde salió con la otra chica a la que, no ha sabido explicar muy bien por qué le dijo: «Tranquila que él se defiende». La fiscal le preguntó: «¿Y de qué se tenía que defender?». «Hombre, puesto que había visto a un chico con navaja...», ha respondido. Luego el acusado «salió con una herida en la mano que sangraba bastante» y no les dijo nada: «Pero vamos, yo me lo imaginé», ha dicho.