Los consejos del Hospital para que los pacientes con osteoporosis eviten las caídas

Los servicios de Rehabilitación y Reumatología han editado un manual que facilitarán a los pacientes con osteoporosis, o riesgo de padecerlo, para evitar que su situación empeore. Las bases son una adecuada alimentación, la realización de ejercicio físico y la prevención de caídas que está demostrado que supone una reducción en la incidencia de caídas y fracturas de gravedad.

Una de las claves del manual es mantener una dieta equilibrada y mantener un peso adecuado, así como la eliminación de hábitos tóxicos como fumar o el consumo excelsivo de alcohol. Además los especialistas recomiendan el consumo de alimentos habituales con mayor contenido de calcio: leche entera, semidesnatada (250 mg. de calcio en un vaso), leche entera suplementada de calcio (320 mg.), yogur (225 mg.), queso manchego semicurado (400 mg. en dos lonchas), queso curado, emmental, edam, parmesano (550 mg. en dos lonchas), queso de Burgos (300 mg.), acelgas y cardo (250 mg.), sardinas en conserva (200 mg.), frutos secos (50 mg.).

Uno de los objetivos fundamentales es prevenir la aparición de las caídas, dado que incluso una pequeña en un paciente con osteoporosis donde su hueso está más debilitado, aumenta el riesgo de fractura. Entre las recomendaciones, los profesionales plantean: usar un calzado adecuado antideslizante, ajustar y controlar la medicación, especialmente aquella que afecta al equilibrio. Evitar, en la medida de lo posible, medicamentos que causen vértigo o somnolencia. Graduarse la vista y el oído y usar bastón si es necesario. Asimismo, se recomienda que en los domicilios se dejen los suelos libres de obstáculos con los que se pueda tropezar (cables, alfombras deslizantes...) y se evite subir a sillas o banquetas. Los especialistas aconsejan tener al alcance de la mano los objetos pesados de uso frecuente como son las ollas, productos de limpieza, alimentos, así como la utilización del pasamanos para subir y bajar escaleras.

Los pacientes con osteoporosis suelen padecer con más frecuencia dolor de espalda. Por ello, los profesionales recomiendan tener una buena higiene postural y conocer la manera correcta de realizar las actividades de la vida cotidiana para prevenir el dolor y las deformidades de la columna que puedan aparecer con la edad y la osteoporosis, así como para mantener una buena movilidad articular. Como norma general, señalan la necesidad de cambiar regularmente de postura. “Todas las posturas de forma prolongada son nocivas para la columna”, insisten. Entre las más habituales se encuentran: al estar de pie se debe utilizar la bipedestación. Es decir, un pie más adelantado que el otro o utilizar un soporte en el suelo que permita apoyar el pie. Es conveniente subir una pierna sobre un escalón cuando se vaya a estar de pie firme un tiempo más o menos prolongado: planchando ropa, fregando platos, cocinando, en la barra de un bar. En el caso de estar sentado, los pies deben estar bien apoyados en el sueldo y la espalda también en el respaldo, así como evitar recostarse en el sofá. Es importante al levantar pesos, flexionar las rodillas.

Los especialistas recomiendan realizar actividades de ejercicio físico para enlentecer la progresión de la enfermedad, disminuir el riesgo de caídas y, por ende, de fracturas. No obstante, se recomienda que sea constante y de forma adecuada. La actividad principal básica recomendada son los ejercicios aeróbicos (caminar, trotar, bailar) y de entrenamiento de la resistencia y el equilibrio (tai chi, yoga). El mejor ejercicio es caminar con un mínimo de 2-3 kilómetros al día para que sea eficaz o subir y bajar las escaleras. Entre los ejemplos también se encuentra la natación sin efecto directo sobre la formación del hueso, pero que ayuda a mejorar la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio. No se recomienda aquellas con un alto riesgo de caída: ciclismo, patinaje; con excesivo contacto o posibles golpes: fútbol o baloncesto; aquellas que exigen posturas o movimientos bruscos o forzados: tenis o golf; o las que obligan a doblar el cuerpo hacia adelante: ciclismo o remo. Además en el manual señalan una serie de ejercicios suaves en suelo o cama.

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