Borrar
AL LORO

Los pinganillos de Ayuso

Ella hizo bien marchándose y él, quitándose el pinganillo. Lo de ayer apunta a trampa al PP para normalizar lo que paró Bruselas

Sábado, 7 de junio 2025, 05:00

Sabemos que Pedro Sánchez habla inglés porque en foros internacionales, pongamos Davos, se pone a ello. Dicen que por respeto. Y por su apoyo a la justificación de Illa para hablar ayer en catalán (eso de que es su idioma habitual), Sánchez debería expresarse siempre en castellano, esté en Doha, en Bruselas o en Bilbao, por muy bien que hablara euskera. Si fuera fiel a lo que justifica.

Illa habló ayer en catalán en una Conferencia en la que todos hablaban castellano. Al revés de lo que hizo Sánchez. Y al revés de lo que hizo él mismo cuando era ministro.

Pradales, el presidente vasco, se molestó porque Ayuso se marchó cuando él empezó a hablar en euskera. Y porque algunos presidentes, entre ellos Alfonso Fernández Mañueco, se quitaron el pinganillo y tampoco le escucharon. A los miembros del PNV, en cambio, no se les ve con pinganillo cuando mantienen reuniones con los políticos catalanes. Será porque es caro. Porque lo de los pinganillos nos costó a los españoles 11.600 euros y ese dinero a lo mejor para un gobierno acostumbrado a colocar a «jéssicas» no es nada, pero para los millones de españoles que cobran el salario mínimo, es casi el sueldo del año.

Ayuso hizo bien marchándose. Y Mañueco hizo bien quitándose el pinganillo. Porque lo de ayer era la jugarreta del Gobierno para normalizar lo que paró hace unos días Bruselas, que es el uso de catalán, euskera y gallego en las instituciones europeas. Que es lo que le había exigido Junts al Gobierno para seguir pactando. Sánchez utilizó la Conferencia para fortalecer sus lazos con sus socios vascos y catalanes, para que le perdonaran y vieran que sigue adelante, y quiso utilizar a los presidentes. Y Ayuso no se desmarca del PP porque fue el PP el que vio como pacto la jugarreta de Sánchez para la oficialidad del catalán en Europa. Pero hay un sector del PP que cree que no puede enfadar a vascos y a catalanes, si quiere gobernar España, y no se quita el pinganillo por si acaso. Y eso que lo de ayer no iba de vascos y catalanes, ni de respeto o no al euskera o al catalán. Iba de que el Gobierno convocó la Conferencia para agradar a sus socios, poner en aprietos a los presidentes del PP y que la agenda la marcara Moncloa después de un mes de escándalos.

Y no sirvió para llegar a pactos, que no es ninguna sorpresa, pero sí se sacaron conclusiones. Por ejemplo, que Ayuso gana y es aplaudida porque se entiende que si alguien te acusa hasta del cambio climático, adelantes la mano para no tener más contacto que el mínimo de respeto. Que si eres pieza mayor, no te sumes al juego y sonrías al que cada día se levanta con el objetivo de darte caza. Que mantengas en una Conferencia lo mismo que dijiste ayer en un mitin y dirás mañana. Y esa honestidad es la que le dio ayer aún más votos a Ayuso. Y no hubo acuerdos porque no era el objetivo del Gobierno, pero quedó claro que Page ya está ahí, y que si está ahí alguien como Page, a lo mejor es porque una parte de la PSOE vuelve a ser el PSOE. Aunque en Salamanca ya ningún socialista conozca a Eduardo Madina, y la «fontanera» Leire sea «esa señora». Aunque tantos socialistas sigan con entusiasmo la serie que se ha montado Moncloa, a la altura de «La que se avecina», donde sale la escena de la sauna con grabaciones para sobornos y aplauden a rabiar y se parten de risa. Donde salta el bulo de la bomba lapa y menuda juerga. Donde el presidente no tiene tiempo de explicar lo que pasa a sus ciudadanos, pero sí de contestar la gracia de La Revuelta. Lo que no puedes hacer es que te llamen asesina a la cara un día sí y otro también y, encima, le des dos besos. Hay un límite aunque, como bien dice Almeida, nos tomen por gilipollas.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Los pinganillos de Ayuso