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Parcela de maíz.
El problema de este año con el maíz

El problema de este año con el maíz

Se sembró tarde, la humedad es alta y el precio bajo: a muchos agricultores no les salen las cuentas. Bajan las hectáreas desde 2022 y su cosecha tardía condiciona siembras

Susana Magdaleno

Salamanca

Martes, 1 de octubre 2024, 07:51

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La cosecha de maíz no ha comenzado este año aún en Salamanca -salvo en parcelas muy contadas- cuando lo habitual es que a finales de septiembre y en la primera semana de octubre ya estén las cosechadoras en las tierras. Ahora están, pero por el girasol, del que se estima que ya puede estar cosechado en torno al 30% de las 22.722 hectáreas que, según datos del último avance del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (correspondiente a junio) están sembradas este año.

En el caso del maíz, a los agricultores les toca esperar. Este año la humedad es alta, hasta el punto de que si lo ideal son 14 grados, ahora en la mayoría de las parcelas se estima que está en torno a los 30 y cada grado de diferencia significa recorte de precio al productor por la necesidad de utilizar secadero.

El calor del veranillo de San Miguel favorece que se rebaje la humedad pero, aún así, en esta época del año los grados suelen bajar muy lentamente y la mayoría de agricultores considera que hasta que no esté al menos en 24 es inviable recogerlo: su precio en la Lonja de Salamanca es de 224 euros/tonelada, el más bajo de finales de septiembre desde el año 2020. Por debajo de los 250 pocos agricultores le ven rentabilidad a la siembra de maíz por lo que los gastos de secadero pesan este año como una losa.

Esta campaña, y después de que los precios no fueran tampoco altos en la anterior -aunque sí superiores a los de la actual- se redujo la superficie de maíz en Salamanca y se sembraron 14.635 hectáreas en 2024 (datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación -avance de junio-) por las 15.475 hectáreas de 2023 y las 16.793 de 2022.

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El otro problema añadido este año por el retraso de la cosecha -debido a la siembra más tardía porque las lluvias impidieron que fuera antes- y a un desarrollo más ralentizado por las bajas temperaturas de primavera, es el de futuras siembras. Cada vez son más los agricultores que piensan en sembrar trigo porque consideran que con el precio actual del maíz y sus menores costes les resulta más rentable.

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