El motivo por el que han subido las ventas de polen de abeja de Salamanca
La pandemia ha aumentado la demanda, principalmente fuera de España, por sus cualidades como complemento vitamínico
El coronavirus ha dejado tocados, y casi hundidos, a muchos sectores pero hay otros con los que ha ocurrido todo lo contrario. Es el caso de la apicultura, donde las ventas no sólo se han mantenido en estos meses de pandemia, sino que incluso en productos como el polen han aumentado.
Así lo confirma Santiago Canete, presidente de la cooperativa Reina Kilama, en San Miguel de Valero, para quien la clave está en el cambio de hábitos de consumo que ha provocado el virus. “Tanto la miel como el polen de abeja son productos naturales y eso ha hecho que las ventas hayan aumentando, especialmente con el polen, al tratarse de un gran complemento vitamínico”, destaca.
La mayor parte del polen que se produce en Salamanca se vende a otros países, donde su consumo está más extendido que en España por sus beneficios para fortalecer el sistema inmunológico o combatir la anemia.
La última campaña de miel ha sido corta de producción debido, en parte, al exceso de agua durante la primavera
Aunque las ventas han sido buenas, el lado amargo de esta campaña ha sido la baja producción de miel. “Aunque la primavera fuera buena en flores el problema estuvo en que el exceso de lluvia no dejó trabajar a las abejas, así que además de no producir nos tocó alimentarlas”, reconoce Canete.
Luego llegó un mes de junio con temperaturas más bajas de lo habitual y un verano caluroso que en principio arrancó bien para los apicultores, aunque poco después y sin saber por qué se paró la producción de miel de encina y roble.
“No sabemos qué ha pasado pero la campaña ha sido igual de mala a nivel nacional, desde el norte hasta el sur, a lo que se suma que ya son tres años con producciones muy cortas. En un año normal en la cooperativa estaríamos rondando el millón y medio de kilos y en este último año a duras penas hemos llegado al millón”, asegura.
A los apicultores salmantinos también les sigue preocupando la alta mortandad de las abejas, lo que campaña tras campaña les obliga a realizar importantes inversiones, igual que ocurre con el cada vez mayor gasto que realizan en alimentación.
