Ruta de los miradores de Aldeadávila

Así se desarrollan los primeros cuatro kilómetros de esta ruta que parte de la ermita de La Santa en dirección a los miradores de Rupitín, Rupurupay y Lastrón.

Ya cerca de cañón del Duero hay que seguir las indicaciones de Rupitín para deleitarse con este mirador antes de comenzar a transitar por el tramo más bello de la ruta. Una estrecha vereda que se asoma a las dos imponentes paredes rocosas que protegen al domesticado Duero. Un espectáculo que se mantiene hasta alcanzar uno de los mejores miradores de las Arribes, el picón de Felipe. Para ello hay que desviarse unos metros y admirar desde allí la cinematográfica presa de Aldeadávila.

Existe la opción de visitar también el mirador del Fraile, pero de esta forma la caminata se alargaría en demasía. Mejor acudir más tarde con el vehículo y regresar a Aldeadávila por una cómoda pista de concentración.

Para completar el recorrido por los miradores de Aldeadávila resulta forzoso desplazarse en coche hasta el recientemente reinaugurado mirador del Fraile. Un voladizo de doce metros que se eleva por encima del cañón del Duero y de la presa de Aldeadávila. En los meses de verano también es aconsejable refrescarse en la playa del Rostro, desde donde parte el crucero panorámico del Duero, y también en el área recreativa de Rocoso.

15,8 KM

535 metros de desnivel

5 horas

Recorrido circular