Garcigrande y Domingo Hernández separan sus caminos dividiendo los dos hierros, fincas y ganadería

Garcigrande y Domingo Hernández separan sus caminos. Una de las ganaderías estelares del momento se divide en dos para comenzar a trabajar, seleccionar y lidiar de manera independiente. Así lo anunció Conchita Hernández en su cuenta de Instagram, donde ratificaba la división: Garcigrande y la finca que lleva este nombre se quedan en manos de Justo Hernández en solitario; mientras que Domingo Hernández irá a manos de la propia Conchita con la finca de Traguntía.

De esta manera, el patrimonio ganadero de Domingo Hernández, fallecido a los 75 años el 2 de febrero de 2018, se divide entre sus dos hijos, Conchita y Justo, para seguir la aventura de la cría de reses bravas de manera independiente. El reparto se ha producido con la máxima cordialidad entre los dos hermanos. Ambos hierros estuvieron en las últimas décadas dirigidos por Justo Hernández que, primero bajo los consejos directos de su padre y luego, tras el fallecimiento de este, de forma personal, logró mantener ambas divisas en lo alto y con gran regularidad en los triunfos con rutilantes premios en las mejores ferias. Ahora Garcigrande seguirá bajo los mismos criterios con Justo, mientras que la cría y la selección del hierro de Domingo Hernández tendrá la dirección de Conchita y sus hijos, los toreros Marcos, reciente matador de alternativa, y Domingo, novillero sin picadores.

Domingo Hernández inició su aventura ganadera en 1980 con el hierro de Garcigrande, con un lote de hembras y sementales de Juan Pedro Domecq. En 1992, le compró a Lamamié de Clairac los derechos del hierro, al que le agregó reses de su ganadería de Amelia Pérez-Tabernero y Domingo Ortega, con sementales de Garcigrande. El hierro de Domingo Hernández tomó antigüedad en Las Ventas en San Isidro de 2017, con un soberbio encierro que, por presentación y juego, fue de los más importantes y completos de aquel año en Madrid.

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