
Secciones
Destacamos
«Plenamente feliz». Así se encontraba Marco Pérez en el hotel después de la tarde del triunfo en su esperada y ansiada alternativa en la que se resolvió todo a lo grande, con un triunfo incontestable, después de salir a hombros del anfiteatro de Nimes. Cientos de aficionados lo rodearon al bajarse de los hombros de los costaleros en busca de foto, parabienes, autógrafos y un recuerdo con el nuevo ídolo. Marco Pérez solo se atrevía a pronunciar «lo bien» que se había encontrado con ese sexto, después de «las pocas opciones del primero», el astado del doctorado.
«Con el sexto me he encontrado muy a gusto y he podido demostrar lo que puedo dar como torero. He salido muy motivado y entregado al máximo después del excelente nivel que han dado mis compañeros». Además, con ese toro el joven valor salmantino confesaba que fue donde «me solté de verdad y he sido yo».
Además, se lamentaba y confesaba que había sido «una pena» lo del primero y más porque la espada se fuera por mal sitio. Por todo ello, y cuando la tarde se ponía cuesta arriba apuntó que salió muy «convencido» de cambiar el sino de la tarde con ese toro sexto de Garcigrande que tuvo un excelente juego: «Es donde he demostrado una parte de lo que llevo dentro y de lo que quiero dar en las plazas de aquí en adelante». Marco Pérez se sentía liberado y «muy contento» con el resultado de trofeos, pero más aún con las sensaciones ofrecidas el día de su alternativa: «Era un día que no se podía fallar y no he fallado», apuntaba tras cumplir el sueño de convertirse en matador de toros. Y también de haberlo hecho por la puerta grande.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.