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Marco Pérez, con las dos orejas del sexto. GREGORY BOYER
ENTREVISTA

«Era una tarde en la que no podía fallar y no fallé»

Marco Pérez se mostraba incluso más feliz que por las orejas, «por las sensaciones»

Javier Lorenzo

Nimes (Francia)

Viernes, 6 de junio 2025, 23:39

«Plenamente feliz». Así se encontraba Marco Pérez en el hotel después de la tarde del triunfo en su esperada y ansiada alternativa en la que se resolvió todo a lo grande, con un triunfo incontestable, después de salir a hombros del anfiteatro de Nimes. Cientos de aficionados lo rodearon al bajarse de los hombros de los costaleros en busca de foto, parabienes, autógrafos y un recuerdo con el nuevo ídolo. Marco Pérez solo se atrevía a pronunciar «lo bien» que se había encontrado con ese sexto, después de «las pocas opciones del primero», el astado del doctorado.

«Con el sexto me he encontrado muy a gusto y he podido demostrar lo que puedo dar como torero. He salido muy motivado y entregado al máximo después del excelente nivel que han dado mis compañeros». Además, con ese toro el joven valor salmantino confesaba que fue donde «me solté de verdad y he sido yo».

Además, se lamentaba y confesaba que había sido «una pena» lo del primero y más porque la espada se fuera por mal sitio. Por todo ello, y cuando la tarde se ponía cuesta arriba apuntó que salió muy «convencido» de cambiar el sino de la tarde con ese toro sexto de Garcigrande que tuvo un excelente juego: «Es donde he demostrado una parte de lo que llevo dentro y de lo que quiero dar en las plazas de aquí en adelante». Marco Pérez se sentía liberado y «muy contento» con el resultado de trofeos, pero más aún con las sensaciones ofrecidas el día de su alternativa: «Era un día que no se podía fallar y no he fallado», apuntaba tras cumplir el sueño de convertirse en matador de toros. Y también de haberlo hecho por la puerta grande.

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