El 'guiño' a Salamanca en el programa más polémico de 'La familia de la tele'
El archiconocido kiosko de Dori, en la Plaza Mayor, salió en uno de los vídeos que expusieron en el programa este miércoles
RTVE atraviesa una de sus mejores etapas: además de contar con programas consolidados desde hace décadas como 'Saber y Ganar', en los últimos meses ha dado cabida a formatos como 'Cifras y Letras' y 'Jeopardy' —donde concursó recientemente el salmantino Jero—, logrando que muchos espectadores que habían olvidado la televisión pública vuelvan a engancharse a sus contenidos. A ello se suma la incorporación en los últimos meses de espacios de éxito como 'La Revuelta' y el récord de audiencia de sus telenovelas vespertinas.
Sin embargo, una de sus grandes apuestas para afianzar ese buen momento no obtuvo la acogida esperada en un principio: 'La familia de la tele', un espacio presentado por María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua que aborda temas de actualidad y prensa rosa.
Algunos colaboradores nunca habían trabajado juntos, los temas y los cambios de plató se sucedían sin descanso y, además, el programa estaba partido en dos, interrumpido por la emisión de una telenovela. Este batiburrillo inicial, sumado a la polémica interna —varios trabajadores de RTVE criticaron que la reportera Marta Riesco cubriera también la elección del Papa en el Vaticano—, colocó al programa en el punto de mira por sus bajas cifras de audiencia.
La tensión llevó a Belén Esteban, apenas una semana después del estreno, a estallar y anunciar que quería abandonar el formato porque «estaba amargada».
La situación hizo llorar a María Patiño, que apostaba por seguir luchando pese a la adversidad, cuando asegura que ella «más se crece»: «Llevamos 25 años; (...) no te mereces irte así», le dijo la gallega.
Ese comentario desató también las críticas de Kiko Matamoros y Laura Fa, quienes consideraban que la decisión de la «Princesa del Pueblo» estaba motivada por la baja audiencia.
Esta catarsis en directo evidenció que el programa necesitaba cambios urgentes para resultar más atractivo y que los colaboradores se sintieran cómodos y «libres».
Al final de la primera parte, emitida a partir las las 15:50, María Patiño y Aitor Albizua —obligados a apartar la escaleta inicial tras la confesión de su compañera— se centraron en el tema que marcaría la jornada: la aparición de Bertín Osborne en la portada de Semana junto a una mujer hasta entonces desconocida para el gran público, Lali Torres. Catalana, Torres es productora y presentadora en la televisión de Sabadell y dirige un programa de radio.
Ya en plató, Lali, subida a un barco recreado en el decorado, se disponía a explicar su historia con Bertín y desvelar si los une una relación sentimental o meramente profesional, después de que algunos medios insinuaran que había tendido una «trampa» al cantante.
En el vídeo resumen que contextualizaba la noticia para la audiencia se coló una imagen muy familiar para los salmantinos: el emblemático quiosco que lleva casi ochenta años vendiendo periódicos y revistas. Esa estructura metálica, que Dori Martín monta y desmonta cada día —llueva, nieve o haga sol—, es parte del paisaje de la plaza.
La salmantina lleva al frente del negocio cuando aún era una niña y, más tarde, lo gestionó junto a su difunto marido. Aunque podría haberse jubilado hace tiempo, confesó a LA GACETA que seguirá allí «hasta que pueda».
El quiosco es ya un símbolo del ágora charra, como los medallones o los soportales, y ha contemplado la evolución de la plaza durante décadas, ganándose su merecida aparición en televisión como quiosco de referencia.
LAS CONSECUENCIAS DE LA 'CATARSIS' EN DIRECTO
Finalmente, después de que Kiko Hernández interviniera por videoconferencia para arengar a sus excompañeros y tras hablar con la dirección, Belén y el resto de colaboradores se comprometieron a seguir en el programa, pero «siendo ellos mismos», como sentenció la ex de Jesulín al afirmar que sentía que no la dejaban hablar lo suficiente o la cortaban en exceso, igual que a sus compañeros.
La dirección tomó decisiones que han dado resultado: la audiencia, aunque sigue algo por debajo de la necesaria, ha subido en torno a un punto desde que los presentadores dejaron de compartir plató para conducir dos bloques diferenciados: el primero, con María Patiño, dedicado a la prensa rosa, y el segundo, con Aitor e Inés, centrado en la actualidad.
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