Los testigos que auxiliaron al hombre de la brutal paliza en Puente Ladrillo: «Chorreaba sangre»

«Fue de película, nos quedamos en shock», así describen la situación los testigos que auxiliaron al hombre de 66 años al que cuatro jóvenes le propinaron una brutal paliza el pasado domingo 28 de julio en el parque de Ciudad Rodrigo, en el barrio de Puente Ladrillo.

«Estábamos sentados en los primeros bancos del parque cuando vimos una sombra y observamos que había un hombre descalzo, al que le faltaba una chancla. Cuando se fue acercando hacia nosotros y con la luz de una farola descubrimos que estaba chorreando sangre», han detallado a LA GACETA.

Al parecer, de forma gratuita y sin conocerle absolutamente de nada, le abordaron por la espalda y tras un primer golpe en la zona de la nuca que le dejó KO, continuaron golpeándole hasta que cayó al suelo semiinconsciente, donde le propinaron algún golpe más, hasta que huyeron dejándole en el suelo y sangrando abundantemente.

«Nos asustamos y nos levantamos para auxiliarle. Oímos como solicitaba una ambulancia al 112 comunicando que le habían pegado una paliza. Al escucharlo nos acercamos y le preguntamos que si necesitaba algo», han añadido los testigos—un grupo de jóvenes que frecuenta el lugar—.

Tal y como publicó este medio, los hechos fueron denunciados ante la Policía Nacional, que busca a los presuntos autores de la salvaje agresión: cuatro jóvenes de entre 17 y 22 años, que no tenían acento extranjero y que probablemente eran de la zona.

Según manifiesta el propio denunciante, que todavía continúa asustado y padece dolores y diversos moratones por el cuerpo y la zona de los ojos, los hechos tuvieron lugar entre las 00:00 y las 00:30 horas. La víctima salió a dar un paseo, solo, por el parque, como hace algunas noches debido al calor. De forma súbita y sorpresiva, un grupo de varones jóvenes, que vestían de oscuro y a los que acababa de ver charlando en un banco del parque, le abordaron por detrás nada más rebasarlos y, sin palabra alguna, notó «una lluvia de golpes» que impactaron por toda su cabeza y que le hicieron caer semiinconsciente sin saber lo que pasaba. Una vez en el suelo, recibió algún otro golpe, no pudiendo más que tratar de taparse la cara para protegerse, hasta que de repente, tal y como empezaron a agredirle, huyeron casi a la carrera, dejándole allí abandonado.

Como pudo se levantó del suelo y tras comprobar que no le faltaba ninguna de sus pertenencias, ni siquiera el móvil que llevaba consigo, solicitó auxilio a los servicios de emergencia. Al poco tiempo se presentaron en el lugar patrullas de la Policía Nacional y servicios sanitarios que le presentaron las primeras atenciones: sangraba abundantemente por la nariz y tenía dolores por todo el cuerpo, especialmente en la zona de la cabeza.

Al verle en esas «drásticas condiciones», el grupo de jóvenes le ofreció papel higiénico y agua hasta la llegada de los servicios sanitarios y de la policía: «Nos dijo que había salido a caminar y que en el fondo del parque le habían atacado cuatro chicos jóvenes. Escupía y chorreaba sangre, tenía la camiseta toda manchada y la ceja partida».

«Cuando llegó la policía seguimos con ellos el rastro de la sangre y efectivamente llegaba hasta el final del parque, donde debieron de ocurrir los hechos. Allí observamos un charco de sangre, la chancla que le faltaba al herido y un collar junto a uno de los bancos», han concluido los testigos que le ayudaron.

Tras la primera asistencia en el lugar, los sanitarios lo trasladaron al Hospital de Salamanca, donde fue valorado y asistido de las lesiones que presentaba y que precisaron de puntos de sutura.

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