Entre la incertidumbre y el horror: seis sucesos que marcaron los últimos meses en Salamanca

Los últimos meses han dejado una marca difícil de borrar en Salamanca. En la ciudad y la provincia se han sucedido episodios que han removido conciencias, llenado portadas y dejado tras de sí un reguero de preguntas, miedo, indignación y dolor. Seis sucesos especialmente duros han sacudido a la opinión pública salmantina, cada uno reflejo de una parte de esa realidad que muchas veces cuesta mirar de frente.

El primero, por su magnitud, su peligrosidad y el golpe que supuso contra el narcotráfico, fue la operación desarrollada a finales de 2024 en la pequeña localidad de Robliza de Cojos. Agentes de la Guardia Civil interceptaron una autocaravana cargada con 600 kilos de cocaína. Fue la mayor incautación registrada jamás en Salamanca y una de las más importantes de toda Castilla y León. Tres miembros de la organización criminal fueron detenidos y se desmanteló una red con conexiones internacionales que movía toneladas de cocaína por Europa.

También ha estremecido a la ciudad lo que ocurrió en dos pisos, uno en el barrio del Carmen y otro en Garrido. Allí, dos mujeres fueron liberadas tras haber estado retenidas por sus parejas. La primera, en la calle Linares, estuvo meses encerrada, sin higiene ni comida, y sometida a agresiones sexuales diarias por parte de su pareja, con la colaboración de la madre de este. Dos auténticas 'casas de los horrores' de las que afortunadamente pudieron ser liberadas las víctimas y los responsables fueron detenidos e ingresaron en prisión.

Otro suceso que mantiene en vilo a toda una comunidad es el apuñalamiento de Pitter, un ciudadano peruano de 38 años, en la madrugada de Navidad. La violenta agresión tuvo lugar en un bar de Garrido, en el transcurso de una discusión. Le asestaron cuatro cuchilladas -tres en la espalda, que le dañaron la médula- y lo dejaron inconsciente a las puertas del Hospital. El autor confeso de las puñaladas fue detenido en enero: en su declaración alegó que se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas en el momento de los hechos.

En el ámbito judicial, el Juzgado de Menores dictó sentencia por la agresión que casi le cuesta la vida a un joven en la calle Correhuela, apuñalado en la arteria femoral durante una pelea. El agresor fue condenado internamiento cerrado.

Y entre todos estos casos, hay uno especialmente doloroso, rodeado de silencio, incertidumbre y un profundo respeto por el sufrimiento de una familia rota: el hallazgo sin vida del jovencísimo Álvaro en una finca a las afueras de Ciudad Rodrigo. Ocurrió el 24 de enero. Fue encontrado bajo un montón de paja, en unas circunstancias que, desde el primer momento, despertaron una enorme conmoción en el municipio y en toda la provincia. Desde entonces, la investigación ha estado en manos de la Guardia Civil, con el respaldo de la Unidad Central Operativa (UCO), y se encuentra bajo secreto de sumario. No se han producido detenciones y la falta de respuestas alimenta la inquietud, pero también refuerza el clamor por prudencia y respeto hacia los seres queridos de Álvaro.

Seis historias distintas, pero unidas por el dolor y la indignación. Las seis han dejado una huella profunda en la crónica de sucesos de Salamanca.

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