Agentes de la Guardia Civil y miembros de Protección Civil, junto a la mujer localizada con vida este sábado en Santa Marta de Tormes. GUARDIA CIVIL

Desaparecidos localizados con vida en Salamanca: el esfuerzo conjunto que devuelve la esperanza

Al menos seis operaciones de búsqueda han concluido con éxito este año en la provincia gracias a la coordinación entre Guardia Civil, servicios de emergencias, voluntarios y seres queridos

C. L. S.

Salamanca

Lunes, 20 de octubre 2025, 07:00

Cada desaparición es una incertidumbre que golpea a seres queridos, un vacío que solo se llena con la noticia esperada: la persona ha sido hallada con vida. Salamanca y su provincia registran varias desapariciones que, afortunadamente, se resolvieron con final feliz a lo largo de 2025 gracias a un esfuerzo conjunto que devuelve la esperanza. Detrás de cada reencuentro hay un despliegue de medios, rapidez en la actuación y una red de colaboración que confirma la eficacia de los protocolos de búsqueda. Desde adolescentes hasta octogenarios, la respuesta coordinada de la Guardia Civil, los servicios de emergencias y los propios familiares, vecinos, allegados y voluntarios ha sido clave para salvar vidas.

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En abril, dos rescates casi consecutivos evidenciaron la importancia de la inmediatez en estos casos. Primero, un hombre de 88 años fue localizado por efectivos de la Guardia Civil tras permanecer varias horas en paradero desconocido. Había salido de su domicilio en dirección a Béjar y su coche quedó volcado fuera de la vía, en el kilómetro 26 de la SA-220, a la altura de Santibáñez de la Sierra. El operativo, en el que participaron Bomberos de la Diputación y sanitarios del Sacyl, exigió un rescate de gran complejidad debido al difícil acceso. El octogenario fue liberado con vida y evacuado en helicóptero medicalizado al Hospital de Salamanca.

Pocos días después, la desaparición de una menor en una casa rural del alfoz puso de nuevo en marcha otro protocolo urgente. La Guardia Civil de Salamanca reaccionó en cuestión de minutos, estableciendo un dispositivo de búsqueda que permitió localizar a la niña tan solo media hora después de la llamada de sus padres. Estaba sana y salva, demostrando una vez más el valor de la rapidez y la coordinación.

Operativo de búsqueda de un joven en el alfoz en mayo. ARCHIVO

En mayo, un joven de 21 años también fue localizado en poco más de dos horas después de activar la alerta por su desaparición. Había salido a caminar y no regresó a casa a la hora prevista. La Guardia Civil, a través de sus redes sociales, aprovechó entonces para recordar que no es necesario esperar 24 horas antes de denunciar: «La denuncia debe interponerse de forma inmediata», subrayaron los agentes. Este mensaje se ha convertido en uno de los puntos clave de concienciación ciudadana en casos de desaparición.

Durante el verano, las alarmas volvieron a saltar en Barbalos, donde un vecino de 77 años con síntomas de alzheimer se desorientó y no regresó a su vivienda. Los vecinos se sumaron desde el primer momento a las batidas junto a patrullas del Puesto de Béjar y agentes del Seprona. La búsqueda se prolongó durante toda la madrugada hasta localizarlo, exhausto pero consciente, junto a una zona de monte. Fue atendido en el lugar por los servicios médicos.

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Ya en septiembre, agentes de la Guardia Civil del Puesto de La Alberca localizaron a una mujer desaparecida en Las Casas del Conde después de caer por un bancal. Su teléfono móvil, que permitió rastrear la señal, resultó esencial para su rescate. El caso puso de relieve cómo la tecnología se ha convertido en una aliada en las búsquedas en zonas abruptas de la Sierra de Francia.

El caso más reciente tuvo lugar este sábado, 18 de octubre, en Santa Marta de Tormes. Una mujer de 87 años fue encontrada consciente tras más de seis horas de búsqueda en una zona ajardinada cercana a un hotel ubicado en la localidad santamartina. En el operativo participaron agentes de la Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil de Santa Marta y Salamanca y familiares, entre ellos un nieto que finalmente la encontró junto a unos setos. Su localización puso fin a una jornada marcada por la preocupación, pero también por la solidaridad y la eficacia colectiva.

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Cada uno de estos casos demuestra que la movilización inmediata, la coordinación y la implicación familiar y vecinal pueden marcar la diferencia. En Salamanca, las desapariciones que resultan con vida no solo son una buena noticia: son un reflejo de que la cooperación salva vidas.

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