Cómo sacar el agua de los oídos. Los trucos más efectivos

El verano es época de baños. Ya sea en playas, piscinas, ríos... la mayoría de las personas acudimos a darnos algún chapuzón para soportar las altas temperaturas del estío.

Bañarnos es algo muy positivo por refrescar nuestro cuerpo y poder pasar mejor los días de calor, pero también puede provocarnos situaciones no tan buenas como cuando el agua se nos queda atascada en los oídos. Si quieres saber cómo sacar este agua de los pabellones auditivos, te dejamos unos consejos con los que paliar este problema que puede ocasionarnos infecciones de oído.

Quitando los métodos más evidentes como sacudir la oreja, hay otros que pueden facilitar en gran medida que el agua salga del oído. Uno de ellos es crear un vacío en la zona siguiendo un simple proceso, para empezar hemos de inclinar la cabeza hacia un lado y apoya la palma de la mano en el oído lo más herméticamente posible.

Tras esto, presionamos con la mano el oído de forma suave, de manera que hagamos presión hacia atrás y hacia adelante con movimientos rápidos, estirando la mano al presionar y creando un vacío al retirarla. Para acabar no hemos de hacer otra cosa que inclinar la cabeza hacia atrás para que el agua salga.

Una solución con agua y vinagre nos podrá ayudar a quitar todo el agua del interior de los oídos. Para ello hay que juntar, a partes iguales, vinagre y alcohol y añadirlo a un gotero. Pondremos tres o cuatro gotas de la mezcla en nuestro oído y frotamos suavemente. Cuando está extendido, se deja actuar durante medio minuto y después se inclina la cabeza para permitir el drenaje.

El proceso será parecido al ejemplo anterior pero con aceite de oliva. Procederemos a calentar aceite de oliva en un tazón pequeño para cuando este caliente (pero no demasiado) añadirlo a un gotero de nuevo y usar este instrumento para poner unas pocas gotas en el oído. Ahora, con el aceite en el oído, recostaremos nuestra cabeza del lado contrario al oído afectado y dejaremos actuar el aceite durante 10 minutos. Acabaremos sentados, inclinando la cabeza hacia un lado para que todo se drene.

Con tan solo encendiendo el secador, al mínimo calor y potencia posibles, y colocarlo a unos 30 centímetros del oído mientras lo acercamos y alejamos continuamente teniendo nuestro lóbulo estirado conseguiremos que se seque el agua de nuestro oído.

Por último, dejamos el truco que puede parecer el más sencillo pero que no por eso será menos efectivo. Y es que la rapidez de actuación puede ser importante también en este asunto por eso, nada más sintamos que tras el baño el agua está atascada, procederemos a tumbarnos en la toalla con el oído afectado recostado en el suelo durante unos minutos para hacer que la gravedad ayude en el proceso.

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