Un año de improvisación: de viajar de pie a trenes fantasmas, pasando por multas
El abuso del ‘tren gratis’ del Gobierno ha obligado a rectificar en diversas ocasiones
Domingo, 30 de abril 2023, 12:14
El Consejo de Ministros del 2 de agosto de 2022 marcaba las líneas fundamentales del abono gratuito para los trenes de Media Distancia. De aquellas líneas rojas que se marcaron en pleno periodo estival, apenas quedaría el pago de los 20 euros de la fianza varios meses después. El 1 de septiembre arrancaba el bono gratuito exclusivamente para el ‘tren lento’ de tres horas que conecta Madrid con Salamanca por Ávila. Las críticas de los salmantinos obligaron a la primera rectificación y antes de que se cumpliera una semana el Gobierno incluyó el ‘tren rápido’ por Medina del Campo dentro de las bonificaciones.
Tras encontrar acomodo a esta reivindicación, la principal dificultad con la que se encontraron los usuarios habituales fue el uso indiscriminado de los abonos, independientemente de que se viajara o no. Los viernes y los domingos se convirtió en una absoluta quimera encontrar un asiento libre con una imagen que se convirtió en tópica con los ‘trenes fantasma’: vehículos vacíos sin poderse reservar.
Sin embargo, no fue hasta diciembre, tres meses después de poner en marcha esta medida, cuando el Ministerio de Transportes decidió implementar una política sancionadora que acabara con el uso fraudulento de los viajeros incautando la fianza de 20 euros a quienes reincidieran tres veces en ese mal hábito. Uno de cada cinco viajeros con abono gratuito, ya fuera para el Alvia Madrid-Salamanca o los Media Distancia con origen y destino en la capital del Tormes, hizo un uso irregular de ellos entre el 7 de diciembre y final de año, fecha en la que las medidas entraron en vigor. Según los datos de Renfe aportados a este periódico, el al menos en una ocasión el 22% de los beneficiarios de estos títulos gratuitos no canceló con un mínimo de dos horas de antelación los viajes.
Otra de las improvisaciones para favorecer el uso de los viajeros fue vender trenes sin asiento para garantizar que nadie se quedara en tierra. La medida se tomó de forma excepcional en diciembre y se retiró un mes después tras comprobarse que se habían mejorado las ventas fraudulentas.