Multado en Salamanca por permitir una fiesta en su piso mientras dormía en su habitación
El juez declara que el joven “ha permitido hacer ruidos” y “la responsabilidad no es solo del compañero que organizó la fiesta, sino de ambas partes”
Martes, 7 de septiembre 2021, 09:53
Octubre de 2020. Madrugada del viernes día 9, a las 04:45 horas. La Policía Local acude a un piso de estudiantes después del aviso recibido por unos vecinos quejándose de los ruidos y las molestias provocadas en dicho inmueble como consecuencia de la celebración de una fiesta en la que participaban varios jóvenes.Los agentes solicitaron la identificación de todas las personas que se encontraban en ese momento en el piso, a los que propusieron una sanción por la infracción, con carácter leve, de la Ordenanza Municipal sobre Protección de la Convivencia Ciudadana, por emitir ruidos que alteran la convivencia. Entre los jóvenes identificados se encontraba uno de los inquilinos de la vivienda, que se encontraba en su habitación durmiendo, sin participar en la fiesta, que tenía lugar en el salón, promovida por un compañero de piso y varios estudiantes más.
El Ayuntamiento de Salamanca impuso a los jóvenes una multa de 500 euros, con una reducción a 250 euros por pronto pago. Sin embargo, el estudiante que se encontraba en su habitación, presentó una denuncia en el Juzgado Contencioso Administrativo número 2 de Salamanca, contra el Ayuntamiento de Salamanca, puesto que no estaba de acuerdo con dicha sanción, así como por no haber recibido la notificación para el pago con derecho a la reducción (dijo a los agentes de Policía Local una dirección diferente a la del piso compartido, presuntamente de la vivienda familiar, en Extremadura).
En la sentencia, a la que ha tenido acceso LA GACETA, el juez declara que “la resolución recurrida es contraria al Ordenamiento Jurídico únicamente en cuanto al importe de la sanción, que se reduce a 250 euros”. En su escrito, el juez expone que “el recurrente, con su permisividad o pasividad, ha permitido al otro inquilino producir los ruidos y molestias denunciados, por lo que debe ser consecuencia igualmente que la convivencia vecinal, entendiéndose que la responsabilidad no es solo del compañero que organizó la fiesta, sino de ambas partes”. Además, continúa la sentencia, “tampoco puede desconocerse que la conducta es sancionada por aplicación de lo dispuesto en el artículo 13.1 que establece la obligación de todos los ciudadanos de respetar el descanso de los vecinos y a evitar la producción de ruidos que alteren la convivencia”. Eso sí, teniendo en cuenta el menor grado de implicación del recurrente en los hechos, se considera procedente imponer una sanción de 250 euros. Por último, la sentencia no impone las costas procesales a ninguna de las partes.
Con el inicio del curso universitario, el Ayuntamiento de Salamanca volverá a poner la máxima atención para evitar la celebración de fiestas en las viviendas de estudiantes que puedan provocar molestias a los vecinos, una de las medidas en las que ya insistió el alcalde de Salamanca cuando la Junta comenzó a implantar medidas restrictivas, aumentando de forma notable las celebraciones en pisos.
Tanto el Consistorio como la Universidad de Salamanca mantienen una estrecha relación de colaboración en este sentido para concienciar a los alumnos de la necesidad de respetar el descanso de los vecinos de la ciudad. La Policía Local continuará con su labor de control para evitar excesos.