El Mercado Central enciende el pleno: cruce de reproches entre Collados y Martínez
El concejal de Promoción Económica, Pedro Martínez ha replicado que la moción plantea un cambio de modelo «sin el acuerdo de los propios comerciantes»
El debate sobre el futuro del Mercado Central de Salamanca volvió a poner sobre la mesa las diferencias entre Gobierno y oposición acerca del modelo de ciudad en el Pleno del Ayuntamiento de este jueves. La moción defendida por José María Collados (PSOE) reclamaba un plan de reforma para revitalizar el espacio como «motor de la vida urbana», inspirado en ejemplos como los mercados de San Miguel (Madrid) o San Martín (Donostia). Su propuesta incluía la actualización de la planta baja para compatibilizar el comercio tradicional con la hostelería y degustaciones, atraer a nuevos emprendedores para los puestos vacíos, buscar fondos externos para la rehabilitación y garantizar la conservación de la parte histórica.
María Carpio respaldó la moción al considerar que «ese corazón lleva tiempo debilitándose» y que el cierre al tráfico «redujo drásticamente el acceso» al recinto para mayores y personas con movilidad reducida. Defendió una reforma integral que combine tradición y modernidad, pero alertó: «Queremos un mercado con vida, no un parque temático de la hostelería».
El concejal de Promoción Económica, Pedro Martínez (PP), replicó que la moción plantea un cambio de modelo «sin el acuerdo de los propios comerciantes», ya que supondría sustituir la gestión actual por una que «ellos mismos tendrían que aceptar». Reivindicó la línea de trabajo basada en el diálogo, recordando que las campañas municipales de bonos han movilizado 118.000 euros en consumo local y anunció una nueva edición el 17 de noviembre con 2.000 bonos de 10 euros.
Collados cerró el debate acusando al equipo de Gobierno de «ineptitud» por no avanzar en la reforma y reprochó al concejal de Mercados su falta de iniciativa: «No mueve ficha y por eso no se lleva a cabo». El enfrentamiento subió de tono cuando reclamó la recuperación del acceso de autobuses a la zona y zanjó con ironía: «Está más verde que los pimientos».