Medidas a la desesperada en el Mercado: «No hay ventas y hay que salir dando caña»

Durante las dos últimas semanas, el Mercado Central de Salamanca ha vivido un ambiente inusualmente animado, impulsado por la sucesión de festivos nacionales y regionales que han atraído a numerosos visitantes. Mientras muchos salmantinos han optado por salir de la ciudad durante el puente, los turistas han llenado los pasillos del mercado, convirtiéndose en los principales compradores y paseantes de estos días.

Este perfil cambiante de visitantes ha tenido un efecto desigual en los distintos estands. Aunque la afluencia ha sido alta, las compras han estado más enfocadas al consumo inmediato o la curiosidad, lo que ha afectado el ritmo habitual de venta de algunos productos frescos.

En los últimos días, el Mercado Central ha ganado visitantes. Sin embargo, el perfil del comprador ha cambiado drásticamente. Mientras que los salmantinos, los clientes tradicionales, han aprovechado estos días para salir de la ciudad, los turistas han tomado el relevo, pero con un enfoque de compra muy diferente. En lugar de realizar compras planificadas y en grandes cantidades, se han centrado en el consumo inmediato y en productos más curiosos o relacionados con la experiencia turística, lo que ha generado una disminución de la demanda en productos frescos como el pescado.

Este cambio en el perfil de los consumidores ha sido clave para comprender las fluctuaciones de precios, ya que los comerciantes se han visto obligados a ajustar sus estrategias de venta para adaptarse a un público que no sigue los patrones tradicionales de compra.

El sector que más ha sentido estas alteraciones en el patrón de consumo ha sido, sin lugar a dudas, el del pescado. En un intento por evitar que distintos peces o que el marisco se echen a perder debido a la falta de compradores, los comerciantes se han visto obligados a reducir los precios de manera considerable. Las rebajas en algunos productos han superado los 6 euros por kilo, lo que demuestra la presión a la que se han visto sometidos los vendedores.

Entre las principales ofertas de esta semana, se incluyen el gallo de filete, por 15,90 euros el kilo; la pescadilla de pincho, por 8,90 euros el kilo; el salmón en piezas y en medias piezas, por 9,99 euros el kilo y el chipirón freco, a 12,90 euros el kilo.

Estas rebajas buscan principalmente dar salida a los productos antes de que se deterioren, pero también son una respuesta a la escasa demanda de los consumidores que tradicionalmente compran estos productos frescos. Los vendedores afirman que las bajas ventas han sido especialmente notorias en la pescadería, donde la presencia de turistas no ha sido suficiente para mantener un ritmo normal de ventas.

En contraposición con el sector de las pescaderías, otras áreas del Mercado Central han experimentado menos cambios en los precios. En las carnicerías, por ejemplo, los precios han permanecido más estables. El cordero ha sido el único producto que ha experimentado una ligera subida debido a un aumento en la demanda durante los días festivos. Este repunte ha colocado el precio de la carne de cordero en 15 euros por kilo, un ligero aumento respecto a semanas anteriores, pero que sigue siendo razonable dentro de los estándares del mercado.

En las fruterías, la situación también ha permanecido bastante estable. Sin embargo, la llegada de las primeras frutas de verano ha causado una gran expectación, aunque muchas de ellas aún no están en su punto óptimo de maduración. El albaricoque, que se encuentra en los estands a 4,98 euros por kilo, ha sido uno de los productos más demandados, a pesar de que el tiempo aún no acompañe al consumo de frutas veraniegas. Por otro lado, la paraguaya ha comenzado a aparecer en el mercado, pero algunos vendedores prefieren no traerla en grandes cantidades, ya que aún se encuentra demasiado verde y el precio es relativamente alto.

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