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Vista de Salamanca desde la zona de Vistahermosa. FOTOS: ALMEIDA
Los mejores miradores de Salamanca que no requieren colas ni pagar entrada

Los mejores miradores de Salamanca que no requieren colas ni pagar entrada

Salamanca es uno de esos conjuntos arquitectónicos que ofrecen espectáculo al visitante. Si ya los recorridos por sus calles sorprenden con sus continuos regalos a la vista, quien se dé un paseo por las elevaciones de sus alrededores podrá admirar hermosas panorámicas, lienzos pintados por la luz que cambian a lo largo del día

Lunes, 21 de junio 2021, 11:13

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Escribía Conrad Kent en 2008 que la vista panorámica de Salamanca “es una de las imágenes de la ciudad más conocidas en todo el mundo. Compone una linea del cielo -skyline- cuyo perfil queda registrado en la imaginación de todos por la monumentalidad de los edificios que la integran”... y “se ha mitificado —añadía—con la misma intensidad que la Plaza Mayor”. El profesor estadounidense, tal vez el mayor experto en la historia fotográfica de la capital charra, recorría en su trabajo “El perfil de Salamanca” los mil y un ángulos desde los que los fotógrafos habían admirado en el último siglo y medio el conjunto monumental de la ciudad.

Pero hoy, ampliando el encuadre y distanciándose lo suficiente, un paseante que recorra los caminos de los alrededores de la ciudad encuentra numerosos alicientes para admirar esa linea del cielo del siglo XXI bien distinta a la que atrajo a los puristas clásicos. El crecimiento urbanístico en zonas como Vistahermosa y La Platina ha acercado a un simple paseo nuevos miradores naturales que invitan a detener el paso y respirar hondo identificando edificios conocidos pero desde ángulos nuevos.

Las propias torres de la Catedral, la Clerecía y Dominicos ofrecen puntos de vista inigualables de Salamanca y su alfoz. Pero más allá de las conocidas atalayas que atraen a miles de turistas cada año, el salmantino de a pie tiene al alcance de sus zapatillas deportivas otros miradores en los que podrá admirar bellas vistas de su ciudad desde los cuatro puntos cardinales. Y sin pagar entrada.

DESDE VISTAHERMOSA

El antiguo asentamiento de población atraído por el pequeño foco industrial levantado a mediados de los años XX recibió el lógico nombre de una zona que, en la práctica, era uno de los mejores miradores del ‘alto soto de torres’ que definió Miguel de Unamuno. El cerro de Buenaventura separa la carretera a Matilla de los Caños y la de Vecinos, y a lo largo de su extensión se levantó, desde el último cambio de siglo, el nuevo barrio de Vistahermosa. Desde las carreteras, caminos y lomas cercanos a la última zona urbanizada (derecha), el paseante puede admirar una amplia panorámica de la capital y distinguir desde la izquierda el cementerio y el barrio de Pizarrales, Huerta Otea en primer término y el barrio de Capuchinos al fondo hasta, en el extremo opuesto, la loma sobre la que se asienta el municipio de Cabrerizos.

DESDE LA PLATINA

Uno de los nuevos miradores de la capital que ha traído consigo el desarrollo urbanístico llegó de la mano de la urbanización de la zona de la Platina. El paseo desde el vial, aun cerrado al tráfico, que transcurre desde la glorieta Obispo Bobadilla por la parte alta del camposanto, tiene premio al superar la última esquina del muro del camposanto. Desde el parque aun sin nombre que corona el futuro polígono residencial (abajo) se abre una espectacular vista de capital en la que el dorado de los edificios resplandece especialmente con el sol poniente. Llama la atención, al dirigir la vista a la Catedral Nueva, que a la izquierda de la torre se aprecian perfectamente los cuatro arcos de su fachada oeste. Además, el observador puede entretenerse jugando a distinguir las referencias urbanísticas que sobresalen en el skyline charro, como el hospital, la torre de la avenida de Portugal o el cuartel de la Guardia Civil.

DESDE EL “VOLCÁN” DE GARRIDO

Podría tratarse este del mirador más atípico y menos conocido de la ciudad. De hecho, se encuentra en una colina que los más viejos del lugar relacionan con las escombreras derivadas de la construcción del barrio Garrido y Bermejo a mediados del siglo XX. Tras el colegio Amapolas y al otro lado de la vía del tren, su perfil de cono truncado es una estampa familiar para varias generaciones de vecinos de Garrido Norte, que corretearon por sus laderas siendo niños y jugaron a coronar el “volcán”. Muy recientemente, vecinos de la zona construyeron una simpática escalera de acceso y decoraron la “cumbre” como un mirador al uso, banco incluido. Desde allí se disfruta de una insólita vista del norte de la ciudad, con la moderna techumbre metálica del Multiusos en primer plano y un horizonte que alcanza hasta la sierra en los días claros.

PASARELA

En su día se pretendió mejorar el acceso a pie a las nuevas construcciones del barrio de la Vega y del más reciente barrio de El Tormes, arrinconado entre la carretera de Madrid y la de Béjar y aislado además por un importante desnivel. La aparatosa pasarela peatonal que preside la salida sur de la ciudad sobre la rotonda de Vetones y Vacceos, tradicionalmente conocida como el “triángulo” comunicaba con el barrio del Teso de la Feria. En la cabeza del concejal de turno pareció una buena idea, pero el limitado crecimiento urbanístico de la zona terminó por extinguir su uso, ya que los pocos peatones que necesitan cruzar optan por hacerlo a pie. Pero nos ha quedado un estupendo mirador al conjunto catedralicio, con el protagonismo en primer término del cuadro para la iglesia nueva del Arrabal y el arbolado de las riberas del Tormes.

NOCTURNA

Las distintas panorámicas de la capital se complementan con el espectáculo inigualable del conjunto monumental iluminado. Las estampas que ofrece la Salamanca nocturna, principalmente desde la margen izquierda del Tormes y junto a alguno de sus dos principales puentes, ha compuesto a lo largo de la historia muchas de las más bellas imágenes de la ciudad.

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