La recomendación de los pediatras para combatir los piojos en los alumnos de Infantil
La permetrina sigue siendo el químico más eficaz

Los pediatras salmantinos recomiendan coordinación dentro de los centros escolares para acabar de una manera “rápida y eficaz” con las habituales plagas de piojos, que cinco meses después del inicio del curso todavía dan guerra en los colegios salmantinos. “Si un niño se hace el tratamiento, pero el de al lado no lo hace, al cabo de unos días el problema vuelve a empezar. Cuando intervenimos desde Atención Primaria lo que hacemos es pedir coordinación para que a comienzos de semana todos los niños lleguen con el tratamiento recién hecho”, explica el especialista José Martín Ruano.
Existe la leyenda urbana de que a medida que se acerca el mes de septiembre, las propias farmacéuticas que fabrican los repelentes de piojos se encargan de soltar estos odiosos bichitos para que cuando comience el curso se propaguen de cabeza en cabeza y haya que comprar las famosas lociones y champús.
Aún en pleno mes de enero, los pediatras salmantinos confirman que siguen siendo frecuentes las pediculosis entre los alumnos de Infantil, pero aclaran algunos de los mitos que existen en torno a estas molestas ‘plagas’.
El doctor José Ruano descarta por completo el bulo de que lo sueltan las casas de insecticidas y señala que para cada tipo de enfermedad suele haber una estación del año. “Las otitis coinciden con las temporadas de piscina, las quemaduras son propias del verano, las gripes del invierno... y los piojos suelen aparecer en otoño, que es cuando los niños tienen relaciones sociales en espacios más reducidos”.
El pediatra apunta que “los piojos también son selectivos y tienen más preferencia por determinadas personas en función del olor corporal”. “Nadie está exento de sufrir piojos, pero son bichos selectivos”, añade.
Una de las malas noticias es que “como sucede con todos los seres vivos cuyo objetivo es sobrevivir, también se vuelven resistentes a las amenazas” y los piojos no van a ser menos, por lo van desarrollando resistencia a los químicos que se emplean para aniquilarlos.
“Incluso el estreptococo, que antes era una bacteria sensible a la penicilina, nos está dando problemas ahora para combatirla y vemos reinfecciones cada pocas semanas de escarlatina”, lamenta.
Por el momento, la permetrina sigue siendo el químico más eficaz para matar a los piojos. “Las hay en gel y también en espuma, que los ahoga, pero lo más importante es retirar las liendres con una lendrera. Eso reduce la parasitación y evita el paso a los miembros de la familia”.
Ruano, que sí ha visto casos de piojos en su consulta, afirma que no es un problema como tener que ser tratado por un médico. “Se puede ir al médico cuando hay una infestación grande. En esos casos se interviene en colegios y se pasa una normativa para poner de acuerdo a todas las familias y que el primer día de la semana, todos a la vez, se sometan a un tratamiento”.
El especialista recuerda que no solo existe el piojo de la cabeza. “También hay un piojo corporal y otro púbico -las ladillas-, cuya base original es el gorila, y luego saltó al humano”.
La recomendación final es “paciencia e insistencia”. “Siempre los habrá, conviven con nosotros y si se vigilan bien no producen grandes incidencias, pero hay que quitarlos”.