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Durante las vacaciones escolares de verano, el uso de las pantallas está más presente en la vida de los menores porque su tiempo libre, sin obligaciones o sin actividades, es mayor. Sin embargo, el consumo abusivo de estos aparatos genera una serie de riesgos que afectan a la salud de los menores y a la relación con sus padres. “El uso de los dispositivos y de redes sociales es normal ya que todos lo hacemos, el problema está en diferenciar el uso, el abuso y la adicción”, explica Javier Pellegrini, vicepresidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria.
Según el experto en pediatría, el mal uso de los dispositivos puede ser debido a un tiempo excesivo para la edad sin superar las tres horas. El abuso es un tiempo igual o superior a tres horas en mayores de seis años o superar el tiempo recomendado por edad. Y la adicción es aquella que cumple con los criterios de psicopatología independiente del tiempo de uso. “Una dependencia social que no pueden evitar”, detalla.
La Sociedad Canadiense de Pediatría marca un tiempo recomendado según edad: los menores de 18 meses no deben consumir pantallas; de 18 a 24 meses, si los padres desean introducirles contenido digital, debe ser de alta calidad y en compañía de ellos; de 2 a 5 años se recomienda una hora al día y a los 6 años deben existir límites coherentes sobre el tiempo y el contenido por parte de la familia.
En los mayores de seis años, se considera uso abusivo cuando se superan las tres horas. “Cada vez veo más en consulta a padres que ponen delante un teléfono a lactantes para que dejen de llorar, sin darse cuenta de la adicción que les están creando”, lamenta el pediatra.
El último estudio de UNICEF en 2021 sobre el impacto de la tecnología en Castilla y León, declara que el 93% de los menores tienen móvil con conexión a internet a partir de los 11 o 12 años, el 89,9% se conectan casi todos los días, el 25,2% usan internet más de 5 horas al día entre semana y 1 de cada 2 adolescentes duermen con el móvil. “Existen momentos del día, como las comidas o antes de dormir, donde debería estar prohibido el manejo de los aparatos”, reconoce Javier Pellegrini.
El pediatra expone que internet también aporta ventajas a los menores, pero aún así “los inconvenientes son muy peligros” y por eso los padres tienen que “poner el freno tanto en invierno como en verano”. “Los menores deben disfrutar del calor con su pandilla, ir a la piscina o utilizar la bicicleta en vez de preferir una pantalla”, concluye.
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