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Una camarera atiende a un grupo de estudiantes en un céntrico bar de Salamanca. ALMEIDA
«Es imposible encontrar camareros... y aquí se paga bien»

«Es imposible encontrar camareros... y aquí se paga bien»

El presidente de la Asociación de Hostelería, Jorge Moro, y Héctor Carabias, dueño de un restaurante, reflexionan sobre las dificultades que se están encontrando este verano para encontrar personal: «El dinero es lo de menos, algunos no quieren trabajar los fines de semana»

Ángel Benito

Salamanca

Sábado, 3 de agosto 2024, 06:00

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No hay camareros. La situación se cronifica, según los hosteleros, mientras que, de forma directa, hay un aumento de la demanda que se ha visto incrementada a niveles nunca vistos desde el fin de la pandemia. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Jorge Moro, describe que, en Salamanca, se ha registrado un incremento de establecimientos en los últimos años que requieren de un aumento de trabajadores que ve difícil cubrir. «Tanto en mi propio negocio como a nivel de hostelería, hay mucha dificultad para encontrar personal. Necesitamos más gente y, en un sector en el que se trabaja los fines de semana, se prefiere optar por elegir otras opciones», señala.

Más allá del salario, que se ajusta al convenio, según afirma Moro, se llega a la paradoja de que, con récord de turistas y con la gastronomía en los niveles más altos, hay cada vez más problemas para encontrar personal. «En Salamanca, en la mayoría de los sitios se paga muy bien e incluso mucho más de lo que establece el convenio, pero los trabajadores ponen muchas pegas sobre todo para trabajar los fines de semana. Quieren que sea de lunes a viernes», asegura.

Esta reflexión también la traslada el dueño de un céntrico restaurante de la capital del Tormes que mantiene una plantilla estable de entre 10 y 12 trabajadores con una estabilidad que va entre los 5 y los 10 años, pero que ve muchas dificultades cuando tiene que cubrir una ausencia o en las nuevas incorporaciones. Héctor Carabias esgrime varios ejemplos que se ha encontrado en los últimos meses tras las decenas de entrevistas realizadas. En primer lugar, lamenta aquellas personas que se contratan pero «no quieren trabajar». «Me he encontrado con personas que, al contratarlas, el resto de la plantilla se tenía que hacer cargo de su trabajo con lo que perdía el ambiente. No me importa pagar lo que haya que pagar, ya que no solo lo haces con un sueldo, sino también con tranquilidad, pero, si una persona no cumple con lo acordado o con los requisitos, todo puede romperse», reflexiona. En este sentido señala que para tener la mejor pla ntilla «hay que pagarla» y en Salamanca «el 90% de los hosteleros pagan bien o muy bien». «Es duro que siempre se acuse a los empresarios de que la hostelería maltrate a los trabajadores. Habrá uno o dos que lo haga, pero la mayoría somos justos con el trabajo realizado».

Entre los inconvenientes que se encuentra como empresario, se encuentra aquellas personas que quieren que sean contratadas por un determinado número de horas por contrato y las restantes «en b» para que puedan mantener la ayuda económica que perciben. «Son incontables las solicitudes que he recibido, pero siempre me he negado tanto a contratar gente sin documentación como para no pagar fuera de contrato. Quiero vivir tranquilo», detalla este hostelero, que también lamenta que muchas de las personas llegan a las entrevistas con exigencias de condiciones y días de descanso que no se adecuan a los trabajos de hostelería. «El 99 % no trae un currículo, ni una carta de recomendación con referencias», señala. Considera que muchos hosteleros se encuentran en una situación «compleja» para cubrir vacantes de bajas.

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