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Profesionales del laboratorio unificado del Hospital de Salamanca trabajando en un caso. ALMEIDA
La gonorrea, la clamidia y la sífilis se descontrolan en Salamanca

La gonorrea, la clamidia y la sífilis se descontrolan en Salamanca

El informe epidemiológico de Salamanca confirma que las infecciones de transmisión sexual son las únicas que aumentan su incidencia cada año

Javier Hernández

Salamanca

Martes, 6 de junio 2023, 06:00

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El informe de las Enfermedades de Declaración Obligatoria que cada año publica Sacyl viene a confirmar en Salamanca una tendencia que se repite en el resto del país: el descontrol de las Infecciones de Transmisión Sexual.

Este informe recoge todos los casos registrados en Castilla y León entre un total de 50 enfermedades que se dividen en función del tipo de transmisión. Así, las llamadas 'enfermedades prevenibles con vacunación' registran un descenso generalizado gracias a las altas tasas de vacunación que hay en Salamanca para inmunizarse frente a las paperas, la tosferina, varicela, meningococo, etc.

Por el contrario, hay una tipología de enfermedades en la que el número de casos ha ido creciendo año tras año. Se trata de las enfermedades de transmisión sexual. Los datos comparados van desde el año 2018 al año 2021 (los últimos recopilados y publicados) y en este periodo se han disparado los casos de gonorrea, clamidia y sífilis, mientras que se ha conseguido un descenso en los contagios de VIH.

La gonorrea está causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae y puede afectar los genitales, el recto y la garganta. Los síntomas más habituales incluyen dolor al orinar, secreción de los genitales y dolor en la zona genital o pélvica. La clamidia, también causada por una bacteria, puede producir síntomas similares a la gonorrea, como dolor al orinar y secreción genital, así como también dolor abdominal y sangrados entre períodos menstruales. La sífilis, una infección bacteriana causada por la bacteria Treponema pallidum, puede presentar una variedad de síntomas, incluyendo protuberancias en los genitales, llagas en el área genital o anal, erupciones cutáneas, fiebre y dolor de cabeza.

El gran problema de estas enfermedades no es tanto la sintomatología inicial -que puede ser leve y, en muchos casos, ni siquiera se presenta- sino las graves complicaciones que pueden aparecer al cabo de muchos años, en el caso de no haber sido tratadas correctamente.

El especialista en enfermedades infecciosas del Hospital de Salamanca, Moncef Belhsassen, recuerda que «las peores consecuencias de estas enfermedades siempre llegan a largo plazo». «Puedes contraer una ITS y notar unas ligeras molestias a las que no se les da especial importancia, pero al cabo de 5 o 10 años el paciente puede quedar estéril, tanto si es hombre como si es mujer», afirma. El facultativo añade otro ejemplo: «Un papiloma que, a priori no da guerra, te puede haber causado un cáncer cervical al cabo de 15 o de 25 años».

Otro de los datos que más asustan a los profesionales sanitarios es que «las infecciones bacterianas de transmisión sexual están generando cada vez más resistencias a los antibióticos y eso va a ser un problemón», advierten y recuerdan que «aunque muchas infecciones tienen tratamientos efectivos, existen otras que no tienen una solución definitiva».

La sífilis se ceba con los veinteañeros

El 85% de los casos de sífilis en la Comunidad van desde los 20 a los 59 años, pero la mayor tasa se observó en hombres entre 20 y 29 años, con una cifra de 49 casos por cada 100.000 habitantes. El problema es más acentuado aún en la provincia de Valladolid.

La clamidia se duplica

La tasa de infecciones en Castilla y León durante 2021 fue de 11,2 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en los hombres fue de 5,7 casos. La franja más peligrosa fue la de mujeres de 30 a 34 años. Los casos pasan de 78 en el año 2018 a 203 durante 2021.

Más incidencia que en los informes

Los números reales de las Enfermedades de Declaración Obligatoria son superiores a los que se publican por dos razones:poraquellos pacientes que optan por no ponerse en manos de un médico, y también por la burocracia que hay que cumplir para incorporar a la estadística cada caso y que desanima a algunos profesionales.

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