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Francisco Blanco, hijo del escultor, en el taller del artista BERTA BAZ
El taller de Venancio Blanco en Madrid, futuro espacio de arte

El taller de Venancio Blanco en Madrid, futuro espacio de arte

La intención de su hijo, Franciscso Blanco, es convertirlo en un lugar de encuentro de artistas

Domingo, 27 de febrero 2022, 10:38

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El estudio en el que el escultor Venancio Blanco, fallecido el 22 de febrero de 2018, trabajó durante más de cinco décadas, conserva numerosos recuerdos del salmantino. La intención de su hijo, Francisco Blanco, es convertirlo en un lugar de encuentro de artistas “continuando la tradición de mi padre, de reunirse con sus compañeros de profesión para compartir vivencias”.

Se trata de un amplio local con un patio interior, que se está organizando “poco a poco”. Blanco explica que “lógicamente tendrá una necesaria transformación, pero es un lugar fantástico y hay que darle una utilidad”. Su deseo es convertirlo en un espacio de arte y cultura, ya que “el arte tiene una función social y quiero que el taller de Madrid, que tanta historia alberga, siga siendo un centro de interés”, comenta.

Francisco Blanco tiene en proyecto acondicionar el estudio para programar actividades culturales como charlas y conferencias, además de albergar la obra de su padre. El artista salmantino vivió y trabajó en Madrid, manteniendo siempre la misma rutina.

Su hijo recuerda que, al llegar al taller, “lo primero que hacía era dirigirse a un rosal que hay en el patio y estaba un rato contemplándolo”. Además, cuando desayunaba, “plasmaba unos cuantos dibujos en servilletas. En el último que hizo el día antes de ingresar en el hospital trazó una maternidad”. Afirma que su padre era un hombre de taller. “Era inmensamente feliz dibujando y modelando. Fue un gran trabajador. Murió como se suele decir con las botas puestas”, explica.

Francisco Blanco asegura que su papel como hijo y heredero es “mantener vivo su espíritu y conservar su legado”. Desde el fallecimiento de Venancio Blanco hace cuatro años, la fundación que lleva su nombre ha organizado en la sala de exposiciones de Santo Domingo de Salamanca, y en otras ciudades españolas, numerosas muestras, siempre con el objetivo de que la obra del escultor salmantino se difunda y “mi padre no pierda protagonismo”. Añade que “vamos a seguir en la misma línea que hasta ahora, organizando exposiciones para ‘mover’ las piezas, y realizando actividades docentes. No hay que olvidar que durante muchos años mi padre fue maestro”, recuerda.

Muestra antológica

La Fundación Venancio Blanco se encuentra inmersa en la actualidad en la organización de la muestra antológica que se inaugurará el próximo año con motivo del centenario del nacimiento del artista de Matilla de los Caños. Primero se podrá ver en Salamanca y posteriormente viajará a Madrid: “Estamos trabajando en la selección de las piezas, ya que hay más de mil esculturas, la mayoría de pequeño formato, y numerosos dibujos”. Además, Francisco Blanco conserva grabaciones con conversaciones con su padre. “Venancio era un escultor, pero también un filósofo, y conservo horas y horas de grabaciones. Es un fondo muy valioso que forma parte de su legado”, explica.

La colección de la Fundación Venancio Blanco se completa con obras de otros artistas, que tanto el escultor como su hijo han ido reuniendo. “Existe una modesta colección, porque hace unos años era frecuente que los artistas intercambiaran sus obras”. Comenta que él, que ha crecido “mamando el gusto y la pasión por el arte”, la ha ido alimentado con nuevas adquisiciones.

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