Dudas sin respuesta sobre las puertas automáticas en los comercios
Los comerciantes se enfrentan a un aluvión de incógnitas antes de hacer frente a este cambio: ¿Sirve con un muelle automático? ¿La cortina de aire se puede mantener?
Lunes, 24 de octubre 2022, 00:32
Una de las principales dificultades con las que se encuentran los comerciantes sobre el cambio de puertas automáticas son las dudas no resultas. A la Asociación de Empresarios del Comercio llegan muchas incógnitas para las que no tienen respuesta.
La mayoría de los establecimientos que mantienen puertas con bisagra están abiertos, salvo las joyerías por cuestiones de seguridad, y tienen la duda de si con poner un muelle automático serviría. Es decir, que la puerta nada más abrirse se cerrara sin necesidad de empujarla, pero no queda claro. “Nosotros creemos que con esto sirve pero hemos consultado con abogados y nadie nos ofrece una resolución concreta”, detalla una comerciante de la Rúa Mayor. En el centro de la ciudad se da uno de los principales problemas para llevar a cabo las adaptaciones.
La presidenta de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja de Salamanca, Azucena Hernández, reconoce que en el “99% de los negocios del casco histórico” es “inviable” instalar las puertas automáticas. Además en estos establecimientos se da el caso de que se aprovecha tener las puertas abiertas y mantener el género en el exterior para hacer más accesible al turista la venta de los productos y souvenirs. A pesar de todos los motivos económicos, los empresarios coinciden en que cerrar las puertas es sinónimo de perder clientela.
¿Qué dice la norma? La literalidad solo deja lugar a la ambigüedad. El decreto señala que puede emplearse tan solo “un sencillo brazo de cierre automático”, la opción más económica y rápida. Sin embargo, no todos los negocios pueden elegir esto por cuestiones de servicio o por las propias barreras arquitectónicas, y acaban optando por las hojas deslizantes, lo que implican una mayor inversión. Tampoco dice nada solo las cortinas de aire, una opción que tienen 15 negocios de las calles Toro y Zamora principalmente: un equipo de ventilación que crea una barrera invisible sobre la puerta para separar dos ambientes diferentes sin limitar el acceso de las personas. Este sistema no cuenta con puertas de acceso, solo la trapa que abre o cierra los negocios y una de las medidas por las que optaron los negocios durante los últimos años para evitar el derroche de energía y, por otro lado, mantener la capacidad de atracción sobre la clientela. Si en la tramitación final de la norma no se incluye, muchos de estos negocios se verán obligados a hacer una nueva inversión que haría añicos la que hicieron en menos de una década.
La cuantía de las sanciones no ha provocado el efecto impositivo que requería el Gobierno entre los comerciantes que ya tuvieron que hacer una importante inversión durante la pandemia. . Por el momento, no se han realizado inspecciones por parte de la Consejería de Industria o de los ayuntamientos con policías locales. El decreto establece multas de hasta 60.000 euros por infracciones leves, aunque podrán ascender a seis millones si son graves y a 100 millones de euros en el caso de muy graves. Por el momento, la norma mantiene el desarrollo parlamentario.
