En el patio del Parque de Bomberos de Salamanca, hay un vehículo que requiere de la intervención urgente de los servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento. Hay una fuga de gas y, en su interior, se encuentra una persona que, como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono, parece que se ha quedado dormida. El tiempo corre y una actuación rápida puede salvar una vida. Ante la atenta mirada de diversos miembros del Cuerpo de la Policía Local y de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, uno de los integrantes del Cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Salamanca procede a desbloquear la puerta del conductor para, con cuidado, extraer a la persona afectada.
Para llevar a cabo con total seguridad la intervención, no se requieren los cinco sentidos de una sola persona, sino de hasta cinco integrantes del equipo. Todos ellos deberán coordinarse a la perfección para proceder al traslado de la persona en camilla hasta la ambulancia en la que, posteriormente, se le llevará al Complejo Asistencial Universitario.
Para intervenir de forma segura, se necesita encallar el vehículo y abrir las dos puertas delanteras para proceder a la extracción del cuerpo. Pero los problemas no terminan ahí. Después de haber ejecutado esta acción de forma correcta y haber salvado a esta persona, han de intervenir en un accidente de tráfico que ha derivado en el vuelco de un coche. Después de identificar los riesgos específicos del vehículo afectado en cuanto a sus particularidades, han de excarcelar a una persona que se encuentra atrapada, puesto que las puertas están bloqueadas.
Estas dos actuaciones podrían ser reales, pero, lejos de la realidad, resultan ser dos de las cuatro demostraciones prácticas que los bomberos han llevado a cabo desde el pasado martes hasta ayer en el marco de las jornadas formativas que hasta 30 integrantes del Cuerpo han cursado con el objetivo de mejorar la coordinación entre los servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento para actuar de forma rápida y eficiente ante situaciones de riesgo.
Estos cursos, también de carácter teórico y de 12 horas cada uno, se han llevado a cabo con una peculiaridad: para realizar las intervenciones planificadas, han utilizado vehículos con nuevos sistemas de propulsión: híbridos, eléctricos o de gas.
«Para nosotros, que la Policía Local, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y los bomberos cursen estas jornadas formativas resulta trascendental, ya que interpretamos que la coordinación que podemos tener con ellos ha de ser total. Ellos siempre están circulando por la carretera, pero nosotros nos quedamos a la espera de recibir un aviso para intervenir. Es imprescindible que nadie se haga el héroe, que se haga una valoración de lo sucedido y que se saquen conclusiones que, posteriormente, nos pueden ayudar a solventar el problema con el que nos encontramos de una forma mejor», asegura Luis Damián Ramos Pereira, jefe de los bomberos de Salamanca.
Publicidad
- 1 El duro viaje de Susana Díaz a Salamanca: «He intentado olvidarlo porque casi me destroza la vida»
- 2 Susto en la avenida de los Maristas por una mujer y su hijo en paradero desconocido
- 3 Misterioso mensaje de Yurena por las calles de Salamanca
- 4 La obra que nunca para en Salamanca
- 5 Una reforma integral para el último edificio histórico del Rollo
- 6 «Sueño con tener vacas y ovejas, pero el lobo...»
- 7 Los toros se cuelan otra vez en TVE
- 8 Así quedan las fiestas locales de 2026 en los municipios de Salamanca
- 9 Semana de tensión en Salamanca: un acusado de violación, una paliza con un bate de béisbol y un misterio vial
- 10 Los clubes pagan los platos rotos de la «jornada más negra» en el fútbol base
-
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad