Las bombas de calor que sustituirán a las calderas de gas: ¿qué son, cómo funcionan y qué precio tienen?

A continuación, las claves para entender en que consiste las bombas de calor que sustituirán a las actuales calderas de gas.

Las bombas de calor son equipos generadores de calefacción y agua caliente sanitaria a partir del aprovechamiento de la energía contenida en el aire, y en otros medios como el agua y el suelo. Si bien son equipos que funcionan con energía eléctrica, su consumo en este sentido es mínimo. Sólo el 25 % de su funcionamiento se basa en energía eléctrica, mientras que el otro 75 % se basa en extraer la energía gratuita que se encuentra en el medio ambiente.

La calefacción por bomba de calor funciona mediante un principio genial de la aerotermia: transportar de un lugar a otro el calor contenido en el aire, el agua o el suelo. Y como estos suelen ser fuentes de energía ilimitada, gratuita, limpia y siempre renovable, ello implica que la bomba de calor es uno de los medios de calefacción más efectivos y menos contaminantes que se hayan inventado hasta la fecha.

El precio de una bomba de calor en España depende de varios factores, como su uso, la marca fabricante, el modelo o la potencia. Pero, en términos generales, se pueden encontrar sistemas para diferentes aplicaciones entre los 1.000 y los 10.000 euros. Lo más importante en una bomba de calor es la calidad del aparato y su configuración según los instaladores.

Según señalaba José María Sánchez, presidente de la asociación que representa al sector de la fontanería y calefacción, el precio de la bomba de calor duplica el precio de una caldera de gas para la misma vivienda. «Puede suponer algo más del doble de precio que el de una caldera de gas de las que se ponen habitualmente van por electricidad y son mucho más cómodas», manifestaba.

José María Sánchez indicaba que lo ideal para una mayor optimización energética en una vivienda es la instalación de la bomba de calor con un sistema nuevo de suelo radiante, en el que se trabaja a baja temperatura.

Precisamente la instalación del suelo radiante también duplica el coste del sistema tradicional de radiadores que se calientan gracias a la caldera de gas, por lo que el presupuesto de una familia o de una comunidad de propietarios para instalar el sistema de calefacción que ahora trata de imponer la Unión Europea es muy elevado, más del doble de lo que supone el que lleva aparejado la caldera de gas.

José María Sánchez también ponía de manifiesto que «lo ideal», y «cada vez lo más utilizado en las viviendas unifamiliares en las urbanizaciones y en los municipios del cinturón de la ciudad» es añadirle a la comba de calor y al suelo radiante «placas solares», si bien reconocía que la rentabilidad económica de todo esto puede darse «muchos años más tarde de llevar a cabo una inversión tan fuerte».