La Atención Primaria salmantina respira por poder contar este verano con el 100% de los MIR de último año
La generación que empezó durante la covid en 2020 no termina su formación hasta septiembre y no pueden ser aún contratados como médicos adjuntos
La Atención Primaria salmantina respira aliviada al saber que este verano podrá contar con los 12 MIR de Medicina de Familia -el 100%- que están a punto de terminar su formación.
El Ministerio de Sanidad ha alcanzado un principio de acuerdo con las comunidades autónomas para que los médicos residentes de la 'generación COVID' puedan trabajar de forma autónoma -como si fueran ya médicos adjuntos- durante julio y agosto, que son meses especialmente complicados en los centros de salud por las vacaciones de los facultativos.
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Desde hace cuatro años ya se sabía que el verano de 2024 iba a ser problemático. El motivo es que la irrupción de la covid a principios de 2020 paralizó el país y sus calendarios. Lo habitual es que los MIR tomen posesión de las plazas de formación que han elegido y lo hagan entre mayo y junio. Del mismo modo, al cabo de cuatro años, dejan de ser médicos residentes en esos mismos meses y suelen ser contratados -ya como médicos adjuntos- para trabajar en verano y cubrir las vacaciones de los facultativos. Sin ellos, sería prácticamente imposible garantizar la asistencia médica.
En 2020 todo este proceso se retrasó cuatro meses y los MIR no empezaron a formarse hasta el mes de septiembre. Aquellos 5.700 médicos de toda España que empezaron con retraso durante la pandemia terminarán este año su periodo de formación y lo harán también con retraso: en septiembre. ¿Qué va a suceder durante los meses de verano?
El Consejo Interterritorial de Salud se reunió el pasado viernes para debatir -entre otros temas- este problema. Algunas comunidades autónomas proponían adelantar el final de su periodo de residentes, pero Sanidad considera que no se pueden recortar esos meses de formación.
La fórmula intermedia que, al parecer, ha convencido a todos, es que los MIR sigan formándose hasta el último día -hasta septiembre-, pero que puedan trabajar ya de forma autónoma durante los dos últimos meses. De hecho, es algo habitual cuando superan un alto porcentaje del programa de formación. La diferencia es que este año estarán un poco más 'solos' por las vacaciones de los adjuntos.
Los denominados R4 (médicos MIR que están en su último año de formación) suelen estar al frente de una consulta durante varias semanas, pero con la presencia de su tutor muy cercana, tanto para ser supervisados, como para resolver las dudas que les puedan surgir. Aunque este verano funcionen de forma autónoma también deberán contar con una referencia cercana, pero puede que no sea el mismo tutor con el que han pasado los últimos años y que sean reubicados en otros centros de salud donde hagan más falta.
En cualquier caso, lo que en un principio se veía como un problemón, puede acabar siendo hasta una ventaja. «De los 12 MIR de Medicina de Familia que suelen formarse en Salamanca, se logra retener a unos 8 o 10», explica el gerente de Atención Primaria de Salamanca, Luis Javier González. Este año, en cambio, van seguir los 12. A partir de septiembre, ya se verá.
Saber que los MIRde familia van a seguir durante julio y agosto permite a las gerencias empezar a planificar con más antelación.
Los mayores apuros veraniegos se viven en los centros de salud rurales. Los médicos se van de vacaciones en verano, pero también los pacientes. Esto se traduce en que la presión asistencial -el número de pacientes que acuden diariamente a la consulta- disminuye en los centros de salud urbanos, pero aumenta en los rurales. Los pueblos se llenan de personas que no habitan durante el invierno.
Desde Salamanca apuntan que en los últimos años se ha notado menos ese descenso de la presión durante el verano. «Las consultas telefónicas se han asentado y eso hace que mucha gente esté en la playa de vacaciones y aún así llamen a su médico para consultarle dudas», apunta Luis Javier González.
