Así vive en Salamanca el maltratado y noctámbulo ‘insecticida natural’
Les culparon del COVID-19. Fue otra injusta mancha más sobre un animal con mala prensa que, sin embargo, cumple una misión muy beneficiosa para el ecosistema como insecticida natural. En Salamanca, que acoge tres cuartas partes de las especies de quirópteros que hay en España, los investigadores se esfuerzan en protegerlos y lavar su denostada imagen
Guapos, lo que se dice guapos, no son. Al menos desde el canon estético que manejamos. Y tampoco es que la cultura occidental haya sido muy justa con ellos, especialmente la literatura. Lo cierto es que hemos llegado al siglo XXI con muchas lagunas en el conocimiento de los murciélagos, algo que puede considerarse sorprendente a la vista de la abundante población de este peculiar y huidizo mamífero. Sobre lo que sí tienen certeza los científicos es de sus efectos beneficiosos en la naturaleza, algo que nunca es tarde para destacar y hacerles justicia.
Salamanca es territorio de murciélagos. Se ha detectado en la provincia la presencia de hasta 26 especies de las 35 que existen en España, aunque hacer una estimación de población de ejemplares es misión casi imposible por ahora. “Es muy complicado hacer censos a nivel provincial. Además ocupan diferentes hábitats, lo que dificulta más aún el estudio. Pero es posible que en Salamanca tengamos, precisamente por nuestra gran biodiversidad, una de las más importantes poblaciones de Castilla y León”. La afirmación es de Luis Hernández Tabernero, investigador del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Salamanca, quien, junto al catedrático y profesor Miguel Lizana, llevaron a cabo en 1999 un proyecto de investigación del programa LIFE que supuso el primer punto de partida en el estudio de las poblaciones de murciélagos en Salamanca y Castilla y León. Hoy siguen trabajando en la actualización del Atlas de Murciélagos de la Provincia. Continuando el trabajo que se inició en su día bajo la dirección del catedrático de Zoología de Vertebrados de la Universidad de Salamanca Salvador Peris, el equipo de Lizana y Hernández Tabernero censan y controlan el estado de las principales colonias.
Dentro de la variedad de especies que han sido localizadas en Salamanca, hay cuatro que están consideradas las más características: el murciélago ratonero grande (Myotis myotis), el murciélago de cueva (Miniopteus schrebersii), el murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum), el murciélago de herradura mediterráneo (Rhinolophus euryale) y especies del genero Pipistrellus (Pipistrellus Pipistrellus, Pipistrellus pygmaeus y Pipistrellus kuhlii). En todo el mundo se han registrado unas 1.300 especies distintas de murciélagos, cifra que supone nada menos que la cuarta parte de la cifra total de especies de mamíferos conocidas. Son, tras los roedores, el segundo orden de mamíferos con más diversidad que existe.
Dos son las áreas de la provincia que aglutinan el mayor número de poblaciones de murciélagos: el Parque Natural de las Arribes del Duero, en construcciones como minas abandonadas, túneles y presas que estos animales han convertido con el paso de los años en su hábitat natural, y zonas concretas de la Sierra que dan cobijo a determinadas especies forestales.
Pocos animales habrán sido más injustamente estigmatizados que los murciélagos. El mito literario del vampiro –aunque solo tres especies de quirópteros, todas de Sudamérica, se alimentan de sangre que lamen de las pequeñas heridas que causan a los animales- les ha revestido culturalmente de una supuesta hostilidad cuando lo cierto es que cumplen misiones muy beneficiosas para el ecosistema. “Son unos de nuestros mejores insecticidas naturales y controladores de plagas. Y grandes aliados para la agricultura que nos reportan enormes beneficios al controlar las poblaciones de mosquitos que transmiten diversas enfermedades. Un solo murciélago puede eliminar más de 500 mosquitos en una hora”, subraya Luis Hernández Tabernero.
En otras áreas como países tropicales del continente sudamericano, muchas plantas y cultivos dependen total o parcialmente de los murciélagos para polinizar sus flores o esparcir sus semillas.
AMENAZAS. Todas las especies de quirópteros localizadas en España están protegidas por la normativa ambiental y figuran recogidas en el catálogo de especies amenazadas. Pero si los murciélagos tienen como depredadores naturales a algunas rapaces, urracas y serpientes, los expertos confirman que la regresión que sufren las poblaciones de murciélagos se deben principalmente a la perdida de refugios causada por la acción humana. Hace ahora tres años, con motivo del derribo de los viejos edificios ruinosos del Polvorín de Tejares y a la luz de un informe elaborado por Lizana y Hernández Tabernero, el Servicio de Medio Ambiente de la Junta solicitó al Ayuntamiento la instalación de rejas protectoras en el acceso a los túneles con el fin de frenar las agresiones a las colonias de murciélagos que se asentaban en su interior. Pocas semanas antes se habían hallado en los dos kilómetros de oscuras galerías los restos de numerosos murciélagos muertos a tiros de pistolas de “air-soft”.
“En los túneles de la Fregeneda se contabilizaron en su día colonias de hasta 12.000 ejemplares que posteriormente han caído hasta la mitad”, denuncia Luis Hernández Tabernero. Aprovechando la adecuación del trazado de la antigua vía con fines turísticos para el futuro Camino de Hierro, la Diputación accedió a cerrar temporalmente uno de los túneles donde se asientan más colonias de murciélagos en la época de cría –fines de primavera- , se colocaron carteles informativos y se creó una ruta alternativa para los paseantes por encima del túnel. “Y parece que da resultado, porque la colonia va evolucionando”. Unos pocos kilómetros hacia el este, las medidas compensatorias dictadas tras la reapertura de las minas de wolframio de Barruecopardo están ayudando a proteger a los murciélagos que escogen este lugar para criar o hibernar.
MURCIÉLAGOS Y COVID. Desgraciadamente, los murciélagos han estado en boca de la opinión pública este año a raíz de las investigaciones sobre el origen del contagio a los seres humanos del virus COVID-19. Sobre este tema, los expertos en Biología son categóricos: estamos ante una enfermedad humana y es el propio ser humano el responsable de su transmisión a otras personas, no los murciélagos u otros animales silvestres.
“Se culpa erróneamente a los murciélagos de causar la pandemia”, apunta Javier Juste Ballesta, científico de la Estación Biológica de Doñana. “Debido a ello, muchos ejemplares en peligro de extinción han sido sacrificados en China, Indonesia y Perú, entre otros lugares, en un intento equivocado de detener la propagación del SARS-CoV-2. Esta práctica es cruel, innecesaria, ineficaz y perjudicial para la conservación de los murciélagos”.
A esta queja se une desde Salamanca Luis Hernández Tabernero. “Y eso que precisamente en la cultura china, los murciélagos han sido siempre símbolos de felicidad. Lo cierto —apunta— es que la belleza de cualquier animal está en los ojos de quien lo mira”.
Divulgación en las “noches de murciélagos”
Desmontar tópicos y acercar a la población a los detalles más sorprendentes de este peculiar animal es el objetivo de las “Noches de Murciélagos”, impulsadas desde hace cinco años por la Facultad de Biología de la Universidad, el grupo Murciélagos de Salamanca y con el respaldo de la Asociación Española para la Conservación y Estudio de los Murciélagos (SECEMU).
Tras una breve charla introductoria, los participantes asisten a la experiencia de “oír” los sonidos que emiten los murciélagos para sondear su entorno y para comunicarse en una pantalla que los traduce a imagen gráfica. “En alguna salida, como cuando fuimos a Navarredonda, pudimos capturar algún ejemplar con los oportunos permisos y mostrarlos de cerca a los participantes”, afirma Jorge Sereno, graduado en Biología y miembro del grupo de divulgación. “La finalidad es intentar quitarles el sambenito de que son peligrosos y que transmiten enfermedades, porque la realidad es bien distinta”.
La investigación de los amigos de los murciélagos se ha reforzado desde 2019 con la Red de Seguimiento de Murciélagos Urbanos (SEMUR), puesta en marcha en 2019 por el Grupo GEAS y la asociación Meles, que se ocupa de monitorizar las comunidades urbanas de quirópteros colocando aparatos de seguimiento en los balcones de los colaboradores.
Curiosidades
COSTUMBRES. El único mamífero capaz de volar caza de noche, por lo general insectos y pequeños animales, y reposa de día. Generalmente son sedentarios y emplean distintos refugios provisionales ya sea para las épocas de hibernación y reproducción.
REPRODUCCIÓN. Un murciélago suele vivir, según la especie, ente unos 15 y 30 años. Durante su edad fértil, las hembras suelen tener una cría al año y es frecuente que constituyan grandes colonias “maternales” en las que está reservado el derecho de admisión: los machos quedan excluidos.
El “RADAR”. Al igual que los delfines y los cachalotes, los murciélagos utilizan la ecolocalización, un sistema de percepción mediante la emisión de ultrasonidos inaudibles para el oído humano cuyo eco se transmite al cerebro a través del sistema nervioso auditivo. Su limitado sentido de la vista se ve así compensado así para orientarse, detectar obstáculos, o localizar presas, entre otras utilidades, con esta especie de “sonar” biológico.
COLGADOS. Los cinco dedos de sus patas con fuertes uñas les permiten asirse con fuerza a la roca o a las ramas en su característica postura de reposo. Esta postura les hace más inaccesibles a los depredadores y les facilita el vuelo. En sus extremidades superiores, la falanges de sus dedos, a excepción del pulgar que usan para desplazarse, están unidas por una membrana denominada patagio.
