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Vecinos junto a la iglesia parroquial de Arabayona J. HOLGUERA
Vivir sin poder beber agua del grifo: “Vamos al caño o directamente a la tienda”

Vivir sin poder beber agua del grifo: “Vamos al caño o directamente a la tienda”

En Arabayona están a la espera de que los análisis vuelvan a los niveles permitidos

Lunes, 1 de agosto 2022, 13:11

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En Arabayona de Mógica llevan casi todo el mes de julio sin poder beber agua del grifo. En el centro de la localidad, en la conocida como plaza del Agua, se ha instalado unos depósitos de agua potable que rellenan los bomberos cuando se va terminando y a los que tienen acceso los vecinos, de lunes a sábado de 10:30 a 12:00 horas.

El alcalde Aquilino De Dios Bellido publicó un edicto en el mismo momento en el que le comunicaron que se había detectado “un exceso de nitritos en los últimos análisis efectuados en el agua destinado a consumo humano”. El problema era la necesidad de “renovar la resina de intercambio iónico del equipo de filtración”, algo que ya han realizado, según declaraciones del regidor, y por eso están a la espera de que los análisis den el resultado adecuado.

En el pueblo ya se han acostumbrado, también porque hace tiempo sucedió algo parecido. “Yo voy a buscar el agua a la fuente o al caño”, aseguran algunos vecinos, mientras otros reconocen que apenas han notado el problema porque desde hace tiempo prefieren comprarla embotellada y olvidarse de problemas.

Quienes peor están llevando este inconveniente son los vecinos de mayor edad del pueblo. “Algunos tienen que ir con carro a por el agua”, cuenta un joven que reconoce haber hecho el favor de llevar garrafas a algún anciano de la localidad. El caso es que en este municipio salmantino que vive, en su mayor parte de la agricultura, los vecinos parecen haberse adaptado y no hay quejas.

De hecho, confían en que pronto pueda volver a beberse el agua del grifo, aunque también dudan de los niveles permitidos por las autoridades y de por qué antes el límite estaba en 50 microgramos por litro y, unos años después, lo fijaron en 10.

Incluso hay también quienes recuerdan aquellos tiempos en los que se podía beber del agua de los regatos o del propio sondeo del riego. “Yo en la huerta lo sigo haciendo y nunca me ha pasado nada”, reconocía uno de los vecinos. Aún así, la mayoría, por si acaso, lleva sin probar el agua del grifo desde hace muchos años. “Yo desde hace tiempo la compro y me quito problemas”, reconocen.

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