La petanca, una actividad que une convivencia y bienestar

Desde hace unos meses, un grupo de aficionados a la petanca en Béjar disfruta de ese deporte tradicional con origen en Italia. Consiste en acercar lo más posible al boliche, pequeña bola de color, las bolas metálicas lanzadas por los jugadores participantes en una pista de tierra.

A mayores de ser una actividad de ocio, ofrece a los participantes otras ventajas tal y como explica el médico ya jubilado en Béjar, Luis Rodríguez. Asegura que la petanca es una modalidad deportiva que a los participantes ofrece la posibilidad de aplicar en su vida diaria técnicas de relajación, concentración y autocontrol además de destreza y fuerza, pero para los jugadores es algo más.

En días sin lluvia, acuden a la isla de La Aliseda aficionados de todas las edades para jugar una partida en una actividad sin límite de edad. No requiere de grandes instalaciones ya que se puede habilitar una pista en cualquier zona llana previamente acondicionada como es una parte de esa zona natural urbana de Béjar. Además, ha celebrado recientemente un campeonato en el solar de las antiguas piscinas con una participación de una veintena de aficionados.

Pepe Díaz y Luis Sánchez son dos de los aficionados a la petanca que acuden a la pista ubicada en La Aliseda una vez jubilados. Pepe es un novato en ese deporte ya que comenzó a mediados de julio, pero demuestra una técnica propia de los grandes aficionados gracias a un truco que practica en cada lanzamiento que no practica nadie. Para él, jugar a la petanca le ofrece distracción y ejercicio a mayores de convivencia con otras personas. Acude prácticamente todas las tardes entre semana y juega durante hora y media, aunque el mal tiempo y sus clases de la Universidad de la Experiencia reducirá las horas de juego. También destaca que ese juego supone hacer deporte que no cansa, pero permite estar activo en su día a día.

Por su parte, Luis Sánchez coincide con Pepe Díaz en que jugar a la petanca le permite cubrir esas horas sin actividad ahora que está jubilado tras trabajar en la hostelería. De hecho, afirma que lleva jugando cuatro o cinco meses y le permite hacer ejercicio y, también, vida social.

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