El codiciado cheque-bebé, ahora más accesible en La Alberca

Recientemente los requisitos se han relajado, y el Ayuntamiento ha apostado por condiciones más laxas que no discriminen los distintos casos familiares: «Hay familias que por el motivo que sea no pueden empadronarse los dos en La Alberca», señala el alcalde, Miguel Ángel Luengo. Es por ello que de ahora en adelante, con que uno de los cónyuges o progenitores esté censado en el pueblo —además del niño— , será suficiente para acceder al popular cheque-bebé, aunque con un importe menor, concretamente de 700 euros.

Esta medida no solo busca apoyar a las familias en situaciones muy diversas, sino incentivar el empadronamiento mediante un recurso que bien podría atraer a muchas jóvenes familias que antes de esta relajación de medidas no se habrían molestado en formar parte del censo albercano, ya que su situación laboral o de otra índole no les permitía a ambos empadronarse.

Las ayudas por natalidad o adopción se han convertido en estos años en la subvención más deseada, y cada vez son más los municipios que añaden esta ayuda entre sus proyectos sociales, y los que directamente aumentan la cuantía de la misma, decididos a revertir la despoblación. Los alcaldes recuerdan siempre que la población censada impacta directamente sobre las ayudas que reciben desde las instituciones, de ahí la importancia de ganar habitantes, o bien de preservarlos, y garantizar un relevo generacional, vital para la supervivencia del medio rural. Sanchotello fue una de las villas que se sumó a esta tendencia, y así, en agosto entregó el primer cheque-bebé por mil euros. Miranda de Azán es otra de las localidades que este año hizo cambios en las concesiones del cheque-bebé. El primer cambio supuso el aumento en la dotación económica en función de los ingresos justificados. La segunda modificación afectó a la duración de la misma: en lugar de un único pago, la ayuda se prolonga durante tres años.