El cariñoso gesto del Papa Francisco con Ciudad Rodrigo

Más allá de informarle, de su puño y letra sobre que el estado de su pierna le imposibilita a oficiar la misa diaria en la iglesia de Santa Marta, «debido a que todavía no puedo mantenerme mucho de pie por la fractura en la rodilla», el Papa Francisco envía un saludo, a modo de postdata, para el que fuera administrador apostólico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Jesús García Burillo, al que califica cariñosamente como «enfant terrible».

Finalmente, el Papa Francisco agradece al obispo Civitatense el «ocuparte así de los curas, que son el prójimo más prójimo del obispo».