Alba une la cocina a la IX Feria del Barro

Precisamente el ágora principal de la villa ducal será el eje en torno al que girarán las actividades y también acogerá la presencia de los expositores que participarán en la feria que este año celebra su novena edición.

La regidora, Concepción Miguélez, junto con Tomás Pérez, alfarero y coordinador de la feria, han avanzado que este año, «se ha incrementado la dotación económica para el concurso de piezas originales, que cada año presentan los alfareros, y se otorgarán dos premios a la mejor pieza alfarera y otros dos, a la mejor pieza cerámica».

Durante las dos jornadas de celebración del certamen habrá talleres infantiles y demostraciones de alfareros como Carmen Pascual de Moveros (Zamora), Gerardo Cambronero e Isabel Robleda, de Salamanca, Villamayor y participantes del AFE Aguamanil que se ha desarrollado en Alba de Tormes en los últimos meses para formar alfareros, así como Mónica Martínez de Segovia.

También habrá una carpa permanente con talleres gratuitos participativos para niños y niñas durante toda la feria con parte del alumnado del recién clausurado AFE Aguamanil.

La alcaldesa de Alba de Tormes, Concepción Miguélez, junto con Ana González, concejala de Cultura, han apuntado que será un fin de semana «muy interesante y lleno de propuestas de actividades lúdicas».

Según resaltó Miguélez, «a lo largo del fin de semana también estará presente la música con la puesta en escena del musical «Vía Crucis» en la iglesia basílica de la Anunciación, algo a lo que se sumará la actuación de Café Jazz Quartet».

Por otra parte, la gastronomía estará representada gracias a la incorporación de la Feria del Barro de un showcooking denominado «Horneando barro» protagonizado por el chef albense Nicolás Sánchez Monge.

En Alba de Tormes la alfarería cuenta con un reconocimiento institucional destacado, puesto que incluso hay un museo dedicado a este oficio del que llegaron a vivir más de una veintena de familias a lo largo de la primera mitad del siglo XX y muchas más anteriormente.

En el museo se pueden ver, por ejemplo, más de un centenar de piezas históricas salidas de las manos de varias generaciones de las familias de alfareros de la villa ducal, puesto que la pieza más antigua data del año 1700. Asimismo, en el museo se han habilitado unos coladeros para reproducir la manera tradicional de refinar el barro.