Pinceladas vascas

El Gobierno no para de acercar presos etarras a las cárceles del País Vasco y a la vez le ha pasado la gestión de las cárceles al Gobierno vasco. Pocas horas después de esto último, el Gobierno de Vitoria avanzaba un nuevo “modelo penitenciario”, que consistirá en poner en la calle a esa gavilla de asesinos... y, claro, a los funcionarios de prisiones se les exigirá dominar el euskera, porque todos los presos de las cárceles vascas –sin una sola excepción- leen y hablan exclusivamente el vascuence.

Vamos, que sigue la tomadura de pelo al resto de los españoles con la anuencia de un “Gobierno progresista”, que de progreso sólo se ha adjudicado el nombre. No puede ser progresista quien pretende romper la unidad de España o sacarnos de la Unión Europea.

Pero vayamos a las pinceladas. La primera se refiere a las pensiones y son datos de 2020: de los ingresos y gastos de la Seguridad Social en el País Vasco, la caja común de la Seguridad Social aportó para las pensiones vascas (de jubilación, viudedad, invalidez y otras) más de 4.700 millones de euros para cubrir el déficit que allí se genera, sin que las arcas del Gobierno vasco aporten un solo euro para cubrir ese enorme déficit, que representa el 7% del PIB vasco de 2020. Déficits de Navarra y País Vasco que pagan todos los españoles... menos los vascos y los navarros. En efecto, ¡España nos (des)roba!

La segunda pincelada es puramente demográfica. En todo el norte cantábrico la demografía es catastrófica. En 2020, el 28,15% de los nacimientos en el País Vasco lo fueron de madres extranjeras (no nacidas en España). El número de nacimientos de madres vascas fue allí en 2020 de 10.558 (un 74% menos que los nacimientos de madres vascas en 1976).

Una deriva demográfica que conducirá a un envejecimiento verdaderamente insoportable. Eso sí, a todos los viejos se les obligará a hablar vascuence, pero las pensiones las pagarán los “odiosos españoles”, que hablan un idioma detestado, el español o castellano. ¡Qué asco!