Los cinco de Caudalet

Pujol: Benvinguts, colegas. Estoy encantado de acompañaros aunque sea renqueante y con bastón. Ha sido una brillante idea reunirnos todos… por cierto, ¿dónde está Arturito Mas? Y lo más importante, ¿quién paga el convite?

Puigdemont: Tranquil, Jordi. Pagan los españoles, de una u otra manera siempre pagan. Y Artur… por ahí anda perdido, ¿por qué?

- Era para darle unas collejas. Es que ha dicho que me equivoqué en 2014 cuando confesé haber defraudado unos cientos de millones de pesetas, el muy ximplet. ¿Cómo que me equivoqué? Acerté de lleno. La prueba es que han pasado nueve años, y aquí sigo disfrutando de la vida…

Torra: Don Jordi, ¿cómo ve usted el camino hacia la independencia ahora que lo tenemos a punto de caramelo con Pere Sánchez?

Pujol: Pues lo veo como tú y como todos. Que esto va viento en popa. No podíamos tener un presidente del Gobierno español más dispuesto a todo lo que le pidamos. Lo de las pasadas elecciones ha sido una carambola tremenda. Así se las ponían a no sé qué rey español.

Puigdemont: El referéndum lo vamos a conseguir y lo de la amnistía lo doy por descontado. Ya estoy preparando el traje de gala para mi viaje triunfal a Cataluña…

Pujol: Por cierto, ¿no podríais hacerme un huequito en la lista de los amnistiados? Aquí el que más y el que menos es un delincuente. Tú Quim fuiste condenado por desobediencia, tú Carles estás pendiente de lo mismo más malversación… y yo tengo pendiente lo de organización criminal para toda la familia.

Puigdemont: Hombre, don Jordi, no hay que abusar. Al fin y al cabo, usted no va a pisar la cárcel.

Pujol: Ya, pero me haría ilusión.

Aragonés: Pues yo lo del referéndum no lo veo tan claro.

Puigdemont: Pere, eres un botifler y no mereces seguir presidiendo la Generalitat. Solo falta ahora que digas que hay cumplir las leyes, la Constitución y todas esas mandangas. Deberías estar declarando la independencia unilateral… ¡Que ya no es delito, que no te enteras!

Aragonés: No será tan fácil eso cuando llevamos cuarenta años desde que don Jordi marcó el camino con su Programa 2000 y no se ha conseguido.

Pujol: No es por nada, pero ese plan ha resultado un tremendo éxito. Hemos acabado con el español en los Paísos y hemos copado las instituciones, la sociedad civil, la Universidad, los medios de comunicación… en treinta años hemos echado al Estado español de Cataluña y en Madrit ni se han enterado.

Montilla: Oye, Carles, ¡no se te ocurrirá dejar de apoyar la investidura de Sánchez por cualquier tontería! Que nos jugamos mucho…

Puigdemont: No, Pep, tranquil. Vamos a conseguir todo lo que pidamos a este panoli y luego le haremos presidente. Nunca vamos a tener un trepa como este dispuesto a todo con tal de seguir en la poltrona. Es un chollo para nosotros.

Montilla: Bueno, chicos, ¿quién se apunta a bailar la sardana?

Pujol: A mí me disculpáis que estoy muy mayor. Llamad a Sánchez que seguro que accede encantado. Y si entre todos hacemos un castell, el Pedro se apunta de enxaneta, en lo más alto de la torre. Con tal de seguir en el machito…

Y brindaron con cava, del Penedés, por supuesto.