Alcaldías en el aire
Hay mucho en juego y en el PP siguen teniendo reparos a la hora de pactar las mayorías que votaron los electores el 28-M ·
Estamos a dos días de que se constituyan los nuevos ayuntamientos y en muchos de aquellos donde no se registró una mayoría absoluta se siguen negociando alcaldías y concejalías. No hay prisa y quien demuestre nervios de acero se llevará el gato al agua en el último momento.
En algunos pueblos de Salamanca ocurren fenómenos extraños, rayando lo paranormal, como ese acuerdo contra natura entre los ediles del PSOE y los de Vox que se vislumbra en Sotoserrano. Todo con tal de darle la patada al alcalde del PP, que fue el más votado el 28-M.
Peñaranda y Béjar son los dos consistorios más relevantes entre los que están en disputa de aquí al sábado. En el primero parece claro que la socialista Carmen Ávila renovará en la Alcaldía con el apoyo de Peñaranda en Común, mientras que en Béjar no parece haber otra combinación posible que la suma de PP y Vox para dar el bastón municipal al popular Luis Francisco Martín.
El otro gran ayuntamiento que las urnas dejaron en el aire fue el de Vitigudino, pero no por los pactos, sino porque un voto arriba o abajo le da el gobierno al PP (con Vox) o al PSOE (con Ciudadanos). Ambos bandos están peleando a cara de perro por la ya famosa papeleta con la hoja amarilla y quien se la lleve ganará la Alcaldía. De momento es la formación naranja la que está recibiendo el respaldo de los jueces (si el disputado voto de marras es dado por válido le arrebataría un concejal al PP) pero la pelota está ahora en el tejado de la Junta Electoral Central, que deberá decidir antes del 7 de julio. Hasta entonces la popular Luisa de Paz continuará como alcaldesa en funciones.
Para acabar de rematar el baile, en Puerto Seguro tendrán que repetir las elecciones porque el alcalde se llevó la urna a una casa particular para que una persona impedida pudiera votar. También en este pueblo están pendientes de que la Junta Electoral Central les fije una fecha para repetir los comicios, así que hay demasiado en el aire como para saber a ciencia cierta cuándo se constituirá la Diputación, con una mayoría más holgada del PP gracias a haber recuperado 17 alcaldías y haber aumentado su distancia sobre el PSOE en 67 concejales.
En Castilla y León todo el pescado parece vendido y el ex consejero de Presidencia Julio Carnero mandará 'al carré' al destacado sanchista Óscar Puente, a cambio de incluir a Vox en el Ayuntamiento de Valladolid, mientras la socialista Miriam Andrés representa casi la única nota positiva para Luis Tudanca al arrebatar a la coalición Cs-PP el consistorio de Palencia.
Para Alfonso Fernández Mañueco los resultados del 28-M han constituido un verdadero bálsamo. Sin obtener un gran resultado (ha sido una de las autonomías donde mejor ha resistido el PSOE), ha reconquistado mucho poder en grandes y pequeños municipios y además ha visto cómo la Junta de Castilla y León deja de estar sometida a estrecha vigilancia por los partidos y los medios de comunicación sanchistas, que llevan un año con la escopeta cargada ante la posibilidad de cualquier desbarre de sus socios verdes. Ahora la atención se dispersa: tenemos ya confirmada la coalición de PP y Vox en Valencia, y están pendientes acuerdos en Murcia, Aragón, Extremadura y Baleares.
Alberto Núñez Feijóo no tiene prisa por darse más abrazos (virtuales) con Santiago Abascal, y en Génova recomiendan esperar a que pasen las generales del 23-J. Al gallego no le ha hecho ninguna gracia que Carlos Mazón se haya dado tanta prisa por pactar en Valencia con Vox, porque sigue pensando que esos pactos le restan votos. Algún día se caerá el guindo.
