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Tras el incendio sufrido el 27 de noviembre de 1925, el nº 32 de la Plaza Mayor es rehabilitado y se efectúa la entrega por parte del Patrimonio del Estado al Ayuntamiento. En 1930 aloja el cuartelillo de la Inspección de la Guardia Municipal, al mando de don Quintín Sánchez Talavera, que rigió el Cuerpo desde 1902 hasta el 11 de junio de 1930, en que se jubila por cumplir los 65 años.

Le sucedió el capitán del regimiento de Wad-Ras nº 50, don Cayetano Muñoz Martín, presentado por el Alcalde don Miguel Iscar Peyra el 21 de junio. Llega con una importante hoja de servicios en el ejército, (ha combatido durante seis años en la guerra de Marruecos, siendo condecorado). Viene dispuesto a emplear la disciplina y los valores militares en los componentes del antiguo cuerpo de agentes municipales, constituido por 1 Jefe, 3 Brigadas, 4 Cabos, 10 Guardias de primera, 2 Ciclistas, 1 Guardia intérprete de francés y 49 Guardias de segunda.

Don Cayetano Muñoz fue Presidente de la Asociación Mutua de la Policía Urbana Española, puesto desde el que luchó por la creación de la Mutualidad no solo para adquirir unos derechos pasivos, sino para fomentar los hábitos de previsión y para extender sus beneficios a Orfanatos y Cooperativas. Intentó conseguir la uniformidad del Cuerpo para toda España y en Salamanca logró del Ayuntamiento la dotación de uniformes de elegante diseño el 24 de febrero de 1935: de invierno y verano, de diario y de gala, prendas de abrigo e impermeables y las insignias, conforme a las categorías de los cargos.

El uniforme del guardia de Circulación consistía en guerrera azul marino (sahariana blanca en verano) con 5 botones hemisféricos plateados, bolsillos arriba con insignia redonda y radiante en el izquierdo, dos bolsillos en los costados, correaje blanco de cuero formado por cinturón con hebilla plateada y bandín cruzado bajo la hombrera derecha, alzacuello blanco bajo cuello con los emblemas municipales, repetidos en las bocamangas, guantes blancos, pantalón largo y zapatos negros, amén del imprescindible silbato. En la cabeza salacot blanco con remate metálico y cinta como barboquejo.

Dotó al Cuerpo de una Academia para preparación cultural y la puesta al día en las normas de circulación y en las Ordenanzas municipales que hacen referencia a los servicios de la vía pública y durante la guerra civil pidió la excedencia cuando le pusieron al mando de la Primera Compañía de las Milicias Armadas de Acción Popular de Salamanca en el frente de Guadarrama.

Fue introductor de la gira campestre anual a celebrar en la finca del Villar de los Alamos, del ganadero don Antonio Pérez de san Fernando, con capea incluida en su placita de tientas, gracias a los buenos oficios del guardia intérprete de francés José María Hernández, muy amigo del patriarca y de sus hijos Juan Mari, Antonio y Mercedes Pérez-Tabernero Montalvo.

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