¿Conoces la Salamanca ubicada en Nueva York?
La vida transcurre plácida en la Salamanca norteamericana. Al oeste del estado de Nueva York, más cerca de los Grandes Lagos —concretamente del lago Erie—, cerca de 5.500 vecinos viven y trabajan en esta ciudad enclavada en la reserva india de Allegany. Los nativos americanos de la nación Seneca, una de las seis tribus de la Confederación Iroquois, tienen la sartén por el mango de la economía local, ya que son los poseedores de los terrenos y cobran el arrendamiento al resto de ciudadanos no nativos que posen negocios e inmuebles.
Esa “alma india” es la principal peculiaridad de esta ciudad en la que, sin embargo, los nativos americanos residentes no superan el 17% de los vecinos. La lenta pero constante pérdida de población en los últimos años y el dato de que los ingresos medios por hogar —29.000 euros en 2017— no llegan a la mitad de la media del estado apuntan a que la economía local no pasa por su mejor momento: de hecho, las últimas estadísticas revelan que el 27 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
A diferencia de las poblaciones de la América hispana. Este enclave urbano carece de relación alguna con nuestra Salamanca española, aunque un descubridor extremeño, Hernando de Soto, exploró la zona en 1540. La Salamanca norteamericana homenajea a quien fuera uno de sus principales inversores, el empresario malagueño José de Salamanca, quien a inicios de los años 60 de ese siglo fue el principal impulsor de la Atlantic and Great Western Railroad, que construía uno de los principales ejes ferroviarios del país a través de los estados Nueva York, Pennsylvania y Ohio. La ciudad se había constituido como tal ocho años como Bucktooth, pero la visita del “Mr. Marshall” español llevó a los regidores locales a rebautizar la población en su honor en 1862.
Con el pujante desarrollo económico del país en las décadas de transición del siglo XIX al XX, la pequeña ciudad que había aglutinado varios núcleos de población a orillas del río Allegheny se fue convirtiendo en un próspero núcleo ferroviario con la actividad de la compañía Erie Railroad, que comunicaba la ciudad de New Jersey, vecina a Nueva York, con el lago Erie. Salamanca era nudo de conexiones ferroviarias entre las prósperas ciudades de Rochester, Buffalo y Pittsburgh y acogía diversas instalaciones de la compañía.
Varias generaciones de residentes en Salamanca trabajaron para los ferrocarriles, y tanto Erie Railroad como su sucesora, Conrail, contribuyeron de forma importante al desarrollo urbanístico de la ciudad.
La Salamanca neoyorkina también se vería beneficiada por la próspera industria maderera que dominaba a principios del siglo XX gran parte del suroeste del condado de Cattaraugus, al que pertenece, y como otras ciudades ribereñas del Allegheny, utilizaron el cauce fluvial para transportar sus productos río arriba. Durante las épocas de mayor actividad, en torno a los años 30, Salamanca llegaría a alcanzar los 10.000 habitantes, aunque con el paso de los años su pujanza cedería el paso a otras ciudades cercanas como Olean.
RESERVA. La mayor parte de la ciudad esta levantada en terrenos pertenecientes a la reserva india Allegany, otorgada a Nación Seneca. Los Seneca son los pobladores nativos de la zona de lo que hoy es Nueva York, entre el río Genesee y el lago Canandaigua, y comprende una comunidad estimada en cerca de 7.800 nativos americanos, que viven y trabajan en varias reservas del estado.
Salamanca es la única ciudad de los Estados Unidos construida sobre los terrenos arrendados por una nación india. El contrato de arrendamiento original se firmó en 1891 por una vigencia de 100 años. Después de algunos problemas de entendimiento entre la Nación Seneca y la ciudad, en 1990 se firmó una renovación de contrato para otros 50 años más.
El declive de la Salamanca estadounidense se acentuó a partir de 1960, cuando Erie Railroad decidió suprimir la parada en la ciudad de su tren de pasajeros. El último tren que se detuvo en la estación junto al río Allegheny lo hizo a las 4:20 de la madrugada del 6 de enero de 1970. Las instalaciones y depósitos ferroviarios sobrevivieron unos años más a varios incendios, hasta que en 2014 el fuego arrasó por completo la vieja estación en un desastre provocado por el que fue detenido un menor.
La apertura en 2014 del casino gestionado por los nativos al ampara de la Ley Reguladora del Juego Indio de 1988 hizo revivir un tanto la maltrecha economía de la ciudad, que cuenta con limitados atractivos turísticos: entre ellos el cercano Parque Estatal Allegany , que es contiguo al Bosque Nacional Allegheny en Pennsylvania.
Es Salamanca una ciudad joven, con una edad media de 33,3 años. Cerca del 63 por ciento de su población es de raza blanca, y aunque hay varios templos para atender a las necesidades de una amplia diversidad de fes, dos de cada tres vecinos no se considera religioso, según las encuestas.
Los “salmantinos” de EEUU son hoy fervientemente republicanos. Desde la derrota de Al Gore hace 20 años, el electorado ha votado a los candidatos del elefante y un 63,4 de su electorado apoyó a Donald Trump en 2016. Esta pequeña ciudad ha sido cuna de varios personales de relevancia nacional en la política y el deporte, pero tal vez ninguno como el músico Ray Evans, gloria local que da nombre al teatro de la ciudad. Junto al compositor Jay Livingston compuso un popular villancico estadounidense, “Silver Bell”, pero su trascendencia internacional le llegó al escribir la letra de tres canciones ganadoras del Oscar y de ellas dos inmortales, “Mona Lisa” para Nat King Cole, y “Qué será, será”, de Doris Day.