Unionistas regresa de Andorra con un punto que pudieron ser los tres (1-1)

Otro empate (1-1) de Unionistas, el séptimo en ocho partidos a domicilio. Esta vez en casa del potente Andorra, el equipo de Piqué descendido la pasada campaña desde la Segunda División. No es un mal botín en un campo tan complicado, ya que nadie ha conseguido ganar en el Principado, pero fue una pena porque podían haber sido los tres puntos fuera por primera vez en el curso. Porque los de Dani Llácer ejecutaron un buen planteamiento: aguantaron en la primera parte, disponiendo de las mejores ocasiones, se adelantaron en la segunda gracias a Jonny Arriba y, cuando parecía que todo se les había puesto a favor, concedieron la igualada en la única acción de todo el encuentro en la que estuvieron demasiado blandos y hubo un desajuste atrás.

Fueron los primeros 45 minutos un quiero y no puedo del Andorra y dos golpetazos de Unionistas para haberse ido perfectamente al descanso con ventaja, por mucho que el balón hubiera sido, casi en monopolio, del equipo del Principado.

A los 40 segundos Rastrojo metió el miedo en el cuerpo a los aficionados locales que habían acudido al Estadio Nacional. Muchos de ellos ni se habían sentado todavía. Fue culpa de Rastrojo, que controló el balón de una manera al alcance de no muchos, se fue hacia la portería, recortó al defensor que había intentado ser un obstáculo en su camino, y lanzó un zurdazo muy parecido al que significó el empate una semana frente al Zamora. También golpeó en el larguero, como aquel, pero en esta ocasión salió después por arriba.

Cuando la primera parte llegaba a su fin, después de mucha posesión andorrana pero sin llegar a crear verdadero peligro en los dominios de Iván Martínez, el otro Martínez, Pau, remató demasiado flojo con todo a favor para haber firmado el 0-1.

No pudo ser y hubo que esperar hasta el minuto 72 para que llegara. Fue obra de Jonny Arriba, que acababa de saltar al terreno de juego. Fue el más rápido en acudir al rechace en el paradón de Oier a un remate de Carlos de la Nava e introdujo el balón en el fondo de la portería andorrana.

Pero como en otras ocasiones este curso, Unionistas no fue capaz de mantener la ventaja que tanto le había costado alcanzar. Fue en su único acción desafortunada atrás. Imanol y Vergés no vieron entre medias a Manu Nieto, que controló y remató a placer, y las manos de Iván Martínez no estuvieron firmes para haber evitado el empate.

Lejos de venirse abajo, los charros se fueron arriba en busca de un nuevo tanto que no llegó, para tenerse que conformar con un empate al que hay que darle valor.

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