«Tener minutos con el equipo de mi vida es increíble, pero marcar es ya una sensación indescriptible»
Con su diana frente al Real Avilés se convirtió en el primer canterano de Unionistas en hacer un gol en categoría nacional
Con 12 años, Hugo de Bustos se unió a Unionistas con el sueño de llegar al primer equipo. Y 9 años después no solo lo ha logrado, si no que ha escrito su nombre en la historia del club salmantino.
La pasada temporada, De Bustos completó un buen curso durante su cesión en el Palencia Cristo Atlético de Tercera RFEF, ello le otorgó la opción de realizar la pretemporada con el primer equipo de Unionistas. «Voy a dar todo lo que tengo para ponérselo difícil al cuerpo técnico y quedarme aquí, que es mi sueño», aseguró en una entrevista a LA GACETA. Y cumplió con su palabra.
Al término de la pretemporada, el club le ofreció convertirse en el primer canterano con ficha profesional y aquel joven de 12 años, ahora con 21, no dudó en sellar su vinculación con «el club de mi vida». Sin embargo, al canterano el fútbol le tenía guardado un premio mucho mayor: ser el primer canterano en hacer un gol en categoría nacional.
Cumplido el minuto 68 en el partido de este pasado domingo, Simón llamó a De Bustos: «Necesitamos rupturas y valentía», le pidió el albaceteño. Y tras seis minutos sobre el terreno de juego, el extremo cumplió un nuevo deseo de aquel niño de 12 años. «Para mí, el hecho de tener minutos ya con el club de mi vida es increíble, pero poder marcar un gol es ya una sensación indescriptible», asegura el protagonista unas horas después, y todavía en una burbuja, del partido ante el Real Avilés.
La primera pregunta es muy clara. ¿Cómo se siente Hugo al día siguiente de cumplir un nuevo sueño?
—Muy muy contento. El hecho de poder marcar un gol que luego haya significado poder culminar la remontada y conseguir los primeros tres puntos de la temporada, pues es increíble. Ahora más en frío me doy cuenta de todo, pero al acabar el partido estaba en una burbuja y es increíble.
¿Estaba en sus mejores sueños estrenarse en un día de tal locura como la que se vivió este pasado domingo?
—Siempre se imaginan cosas por si pueden llegar a pasar, pero al final te centras en el partido, en poder sacarlo adelante, que es lo importante, y si tienes minutos, pues ayudar al equipo lo máximo posible. Tuve la opción, pude hacer el gol y la verdad que es una sensación indescriptible, pero lo importante eran los tres puntos del equipo y se consiguió. Pero, es cierto que si me lo dices antes del partido, no me lo hubiera creído.
Regresemos a la jugada. ¿Qué se le pasa por la cabeza en el momento de la acción?
—Veo que la tiene Juanma en medio campo y estoy abierto pidiéndosela. Recibo y el control sale muy bien. Empiezo a correr y la carrera es tan larga que se te pasan mil cosas por la cabeza. Si definir al palo corto, palo largo, si regatear al portero...además vi de reojo a Babin que me perseguía. Ante el portero sólo me queda picársela y me sacó una muy buena mano. Pero el balón me vuelve. Hago como un amago de tirar de primeras, así recorto como hacia adentro y ahí ya con la derecha, quién me lo diría-esbozando una sonrisa-, le pego y gol. Cuando tocó las redes no sabía ni qué hacer, ni para dónde correr, ni cómo celebrarlo. Fue una sensación muy bonita y a seguir trabajando.
Y con ese tanto se convirtió en el primer canterano de Unionistas en hacer un gol en categoría nacional. Casi nada.
—Muy contento también por eso. Ya lo dije el día que me hicieron el contrato. Los canteranos tienen que verlo como una puerta para que vean que llegar al primer equipo no es tan difícil. Muchos años ha habido gente que tenía nivel para ya sea debutar o tener minutos, y al final no se ha confiado tanto en ellos. A veces cuesta sacar a gente de la cantera, pero esto también sirve para que los canteranos y la gente que viene de más abajo vean que llegar no es imposible. Con trabajo y esfuerzo todo se puede conseguir.
Otra de las imágenes que dejó su gol fue la celebración. Todos corrieron al centro del campo. ¿Sabían que ese partido iba a terminar en su bolsillo?
—Te ves en el minuto 60, 0-2 en contra, y parece que es todo imposible, pero en cuanto metimos el primer gol el equipo confió en que la remontada era posible y así fue. Cuando llegó mi gol, todos pensábamos que este partido era para ganarlo sí o sí. Era el día en el que iba a haber un punto de inflexión y que a partir de aquí iba a ir todo para adelante, porque con las victorias se trabaja mucho mejor. Fuimos a por el balón porque estábamos 100 % convencidos que nos lo íbamos a llevar.
Para aquellos jóvenes que desean imitar el sueño de aquel niño de 12 años. ¿Qué receta les daría?
—Trabajo y más trabajo. Para mí el hecho ya de quedarme en el primer equipo era un premio. Pero, ya siendo jugador del primer equipo es obligatorio poner al míster las cosas lo más difíciles posibles. Entonces, pues trabajo, mucha ilusión y compromiso.
Además, la afición ya le ha dedicado un cántico.
—Es una sensación que no te la sé ni explicar con palabras. Cuando me cantaban no sabía ni qué hacer ni cómo reaccionar porque hace dos años estaba ahí siendo un hincha más animando. Me sé todas las canciones que cantan y ahora al que le cantaban era a mí, entonces es una sensación increíble. Los aficionados son una parte importantísima de este club y hay que devolver ese apoyo con alegrías, y la siguiente debe ser este fin de semana en Getxo.
Por último, hablemos de ese siguiente partido: el Arenas de Getxo.
—Un nuevo partido complicado. Encima campo de césped artificial, que ese hecho sí que cambia bastante. Pero bueno, el hecho de ganar el otro día nos da una confianza muy grande para afrontar este partido. Desde ya estamos listos para ir allí a llevarnos los tres puntos.