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Parece que ha pasado un siglo desde que el Perfumerías Avenida disputó su último partido oficial. Fue el 12 de mayo en el segundo duelo de la final de la Liga Femenina, tras el que el Valencia Basket se proclamó campeón. Algo más de cuatro meses después, vuelve a escena el conjunto salmantino en la Supercopa de Alcantarilla, hogar del Jairis. Será un Avenida con varias caras nuevas, empezando por el banquillo, con una Anna Montañana cuya llegada despertó ilusión y expectación tanto dentro del club como entre sus aficionados. Su proyecto va a necesitar tiempo, pero el propio presidente, Jorge Recio, reconocía que la valenciana había traído «aire fresco y ambición». Como las nuevas jugadoras, con Arella Guirantes e Iyana Martín, que han venido con una ilusión desbordada.
Llega muy pronto esta Supercopa, pero es verdad que para todos. Quizá un poco menos para el rival de esta tarde, en el choque que abrirá la competición, ya que el Casademont Zaragoza ha tenido que afrontar en los últimos días la eliminatoria previa de la Euroliga para poder estar en la fase de grupos. Y va a estar después de superar con contundencia a un flojo Constanta rumano.
Por eso, hablar de favoritismos a estas alturas no conduciría a nada. Como tampoco en la segunda semifinal, entre un Valencia Basket que parece estar un paso por delante del resto en cuanto a nombres, a pesar del adiós de Cristina Ouviña tras su anuncio de que va a ser madre, y el anfitrión, el Jairis, que precisamente ganó a las valencianas en el último compromiso de pretemporada para ambas.
En esa misma pretemporada Avenida ha ofrecido buenos momentos, tanto en defensa como en ataque, como otros en los que evidenció la lógica falta de acoplamiento. Son ahora once las jugadoras que tiene Anna Montañana tras la incorporación hace unos días de Sika Koné, pero hay dos grandes dudas. Una parece que será baja: Arica Carter recibió hace ya dos semanas un golpe en el pómulo y la inflamación le ha afectado a la retina, lo que le ha impedido entrenar junto a sus compañeras. Mariella Fasoula, cada día mejor, tenía el objetivo de poder llegar a disputar algún minuto en esta Supercopa, y habrá que esperar a ver si está para hacerlo y Montañana se decide.
El Casademont Zaragoza llega más rodado, y con todas sus jugadoras disponibles salvo Helena Oma. El regreso de Markeisha Gatling y la llegada de Helena Pueyo han sido las grandes apuestas del equipo maño para seguir entre los grandes y optar a los título.
El de hoy será el primer paso, con el objetivo de estar mañana en la final de Alcantarilla, contra el Jairis o el Valencia Basket. Pase lo que pase, el resultado no debe influir en el crecimiento del equipo, al que queda mucho para ver a pleno rendimiento.
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