Alvaro de Arriba, tras el Mundial: “Aunque no consiguiera la medalla, el cuarto puesto me sabe muy bien”
El salmantino califica su actuación en Belgrado y su temporada bajo techo como de “sobresaliente”
Tras su gran cuarto puesto en el Mundial de pista cubierta en Belgrado, Álvaro de Arriba se ha tomado una semana libre para poder hacer “lo que me apetezca”. Y lo primero que le tocó hacer, a pesar del cansancio, fue ir a la compra para rellenar una nevera que se había quedado vacía.
–Ya han pasado tres días desde la final. ¿Qué sensaciones tiene?
–Mi entrenador, Juan Carlos Fuentes, y yo estamos bastante satisfechos porque hemos hecho una muy buena temporada indoor culminada con ese cuarto puesto y el título de España. La pena es haberme quedado a nada de la medalla, pero calificaría la temporada sobresaliente.
–Quizá no se valore tanto lo que es un cuarto puesto en todo un Mundial.
–Muchas veces la gente solo valora las medallas, pero sabemos lo que cuesta llegar hasta así. Podía no haber tenido plaza en el Mundial o haberme quedado en semifinales, pero estoy muy contento no solo por el resultado, sino por las sensaciones de que he estado en el mejor momento de siempre en pista cubierta y eso me permite afrontar con garantías el aire libre.
–Y mejoró su actuación de Birmingham (fue quinto).
–He mejorado un puesto, aunque hubiera sido mejor que fueran dos y haber logrado el bronce. Aquel quinto puesto en su momento me dio rabia pero después nos dimos cuenta de que había que valorarlo bien y ahora desde el principio hemos valorado el cuarto. Aunque no lograra la medalla el cuarto puesto me sabe muy bien.
–Usted, cuarto, y Mariano García, campeón. Eso lo dice todo del nivel del 800 en España.
–De los tres que fueron a los Juegos, dos se quedaron sin plaza para el Mundial y Saúl Ordóñez ha estado en el 1.500. España tiene un medio fondo de altísimo nivel y eso es muy positivo de cara a ir con garantías a grandes campeonatos como selección, y lo malo es que te toca pelear con atletas de primer nivel mundial.
–¿Cuántas veces ha visto la carrera? ¿Habría cambiado algo?
–Vi una vez la semifinal y otra la final con Mariano García en la habitación el día de la final a las 2 de la mañana. A toro pasado cambiaría cosas, pero estoy satisfecho de la carrera. Estábamos ocho atletas y por eso salí más rápido y hubo un momento a los 400 metros que me pasó uno de los americanos y me quedé un poco encerrado. La pista cubierta es complicada de gestionar, pero estoy en paz conmigo mismo.
–¿Cómo se lleva eso de compartir habitación con un amigo que a la vez es un rival?
–Los dos lo vemos más desde el lado de que somos amigos y me alegro mucho por él, como al revés cuando fui campeón de Europa en Glasgow y Mariano acabó cuarto. Tenemos muy buena relación y hablamos casi todos los días. Siempre me alegraré por él y se ganó la medalla. Después estuvimos juntos celebrándolo y a día de hoy estoy muy satisfecho con mi historial.
–Usted lleva ya muchos años en la elite y eso no debe ser fácil.
–Lo hablaba con Raúl Chapado (presidente de la Federación Española). Me decía que yo era de lo más estable que había en el medio fondo y en el atletismo español porque salvo los últimos Juegos, llevo desde 2016 sin perderme una cita internacional. Más que culpa mía es de mi entrenador, que planifica todo muy bien para estar al mejor nivel en esos momentos importantes.
–¿Tiene que hacer muchos sacrificios para ello?
–Soy una persona a la que le gusta la rutina e intento mantenerla. En temporada como lo mismo que por ejemplo he ido a comprar hoy que me he tomado la semana tranquila, no por estar de vacaciones voy a cambiar la alimentación porque así me siento bien. La semana de descanso es más a nivel mental, desconectar de entrenar y competir y aprovechar para quedar a comer con la familia.
–España ha logrado 10 puestos de finalistas y 2 son de salmantinos, usted y Lorena Martín. Y en verano se les puede unir Mario García Romo.
–Estoy muy contento y orgulloso de que Lorena esté ahí porque se lo ha currado y mucho. No es solo estar, sino rendir y llegar a la final de un Mundial. Este año entrenamos juntos el 1 de enero y hablábamos de que tendríamos la recompensa. Yo sí pensaba en el Mundial, pero ella en ese momento no se daba cuenta de lo que iba a conseguir y estoy orgulloso de que una amiga estuviera en la final. Con Mario lo mismo, cuando ganó la NCAA me puse muy contento. Ojalá estemos tres salmantinos en el Mundial o el Europeo al aire libre.