Subida del precio de la tierra con pastos casi imposibles en Salamanca

Dentro de la subida del precio de la tierra en función de su uso destacan en Salamanca los pastos de nuevo con los precios más elevados de toda Castilla y León. Debido a que esta provincia es líder del ganado vacuno de España, la demanda de este tipo de tierra es muy alto y eso hace que lidere el ránking de la Comunidad en cuanto a lo relativo a la tierra dedicada a este uso.

En Salamanca, su precio es de 3.420 euros por hectárea -solo 5 por encima del que tenía el año pasado- pero es muy superior al que alcanza en el resto de las provincias de la comunidad.

En la segunda más cara, que es Palencia, el valor de estas tierras denominadas «otras superficies de pastos» es de 2.613 euros por hectárea, un 30% menos que en la provincia salmantina. Y con respecto al precio medio de los pastos en el conjunto de Castilla y León (2.537 euros por hectárea) en Salamanca los pastos son un 35% más caros. En las otras provincias más ganaderas, como son Ávila y Segovia, los precios de este tipo de tierra en 2022 son, respectivamente, de 2.224 euros por hectárea y de 2.589.

Si Salamanca es la provincia con los precios más altos en pastos, también está entre las más caras de Castilla y León en prados y praderas y en herbáceos de regadíos.

En el primero de los casos, la provincia con los precios más altos es Burgos, donde el precio de los prados en 2022 lo sitúa la Junta en 5.871 euros por hectárea de media. Le sigue Salamanca, con un precio de 5.439 euros por hectárea, y Ávila, con 4.172.

En el caso de los herbáceos de regadío, superficie más cara en Salamanca -no en otras provincias como Valladolid y Burgos, donde es la tierra dedicada a la producción de uvas- , la provincia ocupa el segundo lugar en cuanto al precio más alto, con 15.875 euros por hectárea. Encabeza esta clasificación Burgos, con 17.242 euros por hectárea de precio medio. En el extremo contrario están las provincias de Ávila (10.114) y Soria (11.335).

El precio de la tierra es uno de los graves problemas a los que se enfrentan los agricultores y ganaderos tanto por el alto precio como por la escasa disponibilidad, que hace que se eleve. Se han puesto en marcha iniciativas, tipo banco de tierras, pero de momento las administraciones no han encontrado la fórmula. La PAC, con ayudas no solo a profesionales y vinculada a la superficie, es una de las causas de la demanda.