«Salimos a las 8 de la tarde y llegamos a las 4 de la mañana: lo importante es estar en Salamaq»
De Cádiz a Salamanca con 20 espectaculares ejemplares de la emblemática ganadería «Concha Piquer»
De Cádiz a Salamanca para concursar en el nacional de raza limusín de Salamaq y sin importar las horas de viaje porque lo importante, como dice David Casas, uno de los encargados de la emblemática ganadería «Concha Piquer», es «estar». En su caso, no falta a esta feria referencia del sector ganadero desde hace 19 años y cada uno de ellos la «odisea» para llegar es la misma: aunque este se han dado más prisa y, pese a estar más lejos, su ganado ha sido de los primeros en «tomar» el recinto.
Desde Benalup de Sidonia (Cádiz) , donde está el ganado «Concha Piquer», hasta Salamanca hay unos 600 kilómetros. David explica que empezaron a cargar a los animales a las seis y media de la tarde del lunes en el gran camión y a las 8, hora y media después, salieron con destino a Salamanca, donde llegaron a las 4 de la mañana de este martes. Al abrir el recinto de la Diputación provincial, organizadora en solitario de Salamaq, descargaron los animales, los lavaron y prepararon. Junto a ellos estaban los encargados también a las 7 de la tarde, sin dormir, pero con alguna que otra cabezadita dada junto a su ganado. Han traído desde Cádiz para esta edición del certamen un total de 20 animales: 16 ejemplares adultos entre novillos, toros y vacas, y cuatro terneros.
Noticia relacionada
Salamaq 2025: programa completo, entradas, horarios y autobuses
«El viaje fue muy bien y llegamos con la misma ilusión que todos los años. Luego unas veces se gana, otras se empata y otras, se pierde», explica David. «Lo importante es estar aquí», señala. Sólo uno de los ejemplares que iban en el camión, en concreto el toro «Trianero», pesa unos 1.500 kilos.
La Ganadería «Concha Piquer» fue fundada en 1972 por Antonio Márquez, que la inscribió a nombre de su mujer, Concepción Piquer López -Concha Piquer, la legendaria tonadillera-. Enseguida, la explotación, en Segovia y muy puntera, empezó a destacar en subastas nacionales.
En 1989, la ganadería, nombre y hierro, pasó a ser propiedad de Juan Carlos y Augusto Romero Haupold y fue trasladada a la finca Los Charcones, a nivel del mar. Luego, sus propietarios ampliaron el negocio al comprar otra ganadería a los hermanos Peralta. Se instalaron en la finca Benalup, también en Medina Sidonia, en Cádiz.