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Jueves, 5 de septiembre 2024, 05:35
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El compromiso de Nanta con el cerdo ibérico es bien conocido desde años atrás. Presente en la península ibérica desde hace más de medio siglo, continúa trabajando en la mejora continua y optimización de los programas nutricionales de manera constante.
Esta mejora continúa se basa en el concepto presente en el mercado recogido bajo el nombre de «enfoque holístico». El enfoque holístico envuelve el trabajo de la producción desde tres pilares, el pilar del manejo en granja, el pilar del manejo sanitario, y como no, el pilar del trabajo en la nutrición.
Pero desde Nanta se va un paso más y se trabaja desde el enfoque holístico «+»; es decir, integrando aquellos nuevos pilares presentes en el día a día de la producción.
Estos nuevos pilares recogen la sostenibilidad, pero vista desde un enfoque más amplio en el que se recopila también la sostenibilidad social, económica…incluido todo ello en Granja Circular (única certificación de sostenibilidad en granjas de rumiantes que contempla parámetros sociales, el bienestar de los trabajadores, entre otros, además del bienestar de los animales y la interacción entre ambos).
El pilar de la nutrición va un paso más allá, puesto que incluye aspectos relacionados con la nutrición de precisión, trabajando con modelos de predicción que no solo ayudan a optimizar la nutrición per se, sino que incluyen aspectos relacionados con el propio manejo del animal, la sostenibilidad y el bienestar.
La nutrición de precisión en el cerdo ibérico gana cada día más importancia debido a las particularidades propias de la raza y al valor añadido de sus productos derivados.
Por ello, la nutrición de precisión en la producción de cerdos ibéricos no solo contribuye a una mejor calidad del producto final, sino que también promueve la sostenibilidad, la eficiencia y el bienestar animal.
Además, dentro de la nutrición se ha trabajado de manera específica haciendo foco en la gama Nantiber para la alimentación del lechón, punto base en el buen arranque del ciclo de cebo. Se ha trabajado sobre la propia alimentación, integrando materias primas cada vez más digestibles y apetecibles para el lechón; además se ha trabajado en la formulación de los piensos de una manera totalmente diferente.
La formulación de los piensos de primeras edades ha dado un paso más allá teniendo en cuenta la cinética de degradación de los propios nutrientes, recogidos bajo el nombre de «Kinetio». Además, se está trabajando de manera innovadora y puntera sobre la modulación del sistema inmune del lechón. Todo ello haciendo foco en crear una buena base y un lechón de calidad para las siguientes fases de cebo.
La excelencia en la calidad de carne es un aspecto fundamental en la producción porcina ibérica, y por ello, desde Nanta, se sigue trabajando en el desarrollo de estrategias nutricionales basadas en los atributos de calidad que exige el mercado.
La toma constante de datos, junto con su análisis y evolución en el tiempo, hacen que se pueda ofrecer al mercado aquellos programas nutricionales que más se adaptan a los requerimientos y necesidades de este. Ofreciendo al mercado las consolidadas gamas Nantiber e Ibercampo, Nanta consigue adaptarse a los sistemas de producción y a las diferentes fases del ciclo productivo, teniendo siempre presente la calidad de carne.
Ronda de Poniente 9
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