Modernidad y tradición perfectamente entrelazadas con el ibérico

MAGUISA ha superado ya los cuarenta años de vida pero afronta cada una de las fases de la cría del cerdo ibérico con la misma ilusión de siempre. A estas alturas del año, esperan ya el inicio de la montanera, en la que el animal pasta en la dehesa con total libertad.

Se prevé que este sea un buen año de bellota en el campo, por lo que esto asegura una mayor calidad en el producto final. Desde octubre y hasta el mes de febrero, coincidiendo con el periodo de maduración del fruto de la encina, los cerdos entrarán en la etapa de engorde al más puro estilo tradicional. Cabe destacar también, que, durante esta época, el ganado porcino vive en movimiento, lo cual refuerza la calidad de sus carnes.

A base de reinventarse e invertir en nuevas tecnologías, MAGUISA ha logrado posicionarse a nivel internacional en más de treinta países, formando así parte de una industria en la que se comienza por lo más tradicional, el campo; y se termina en la vanguardia del mercado tanto a nivel nacional como extranjero. Una de las claves de haber logrado ese posicionamiento mundial, es el haber conseguido numerosas certificaciones de calidad, entre las que destacan, en lo referente al bienestar animal a nivel europeo, la Welfare Quality o la BCR.

Precisamente, MAGUISA se encuentra actualmente en plenas obras de ampliación de sus instalaciones. Contará en breve, además de con el matadero, con sala de despiece y fundición y con una zona más que permitirá llevar a cabo el proceso completo de elaboración de jamones y paletas.

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