Del grano, la paja y el Gobierno
La subida de los cereales en la sesión de este lunes de la Lonja de Salamanca estaba cantada; lo único era saber su cuantía. La semana pasada, Salamanca y Zaragoza fueron las únicas plazas importantes en las que todavía se registraron descensos en las cotizaciones de estos productos, debido a que las sesiones de las mesas respectivas se celebraron antes de que los rusos anunciasen que daban carpetazo al acuerdo para exportar granos procedentes de Ucrania a través de los puertos del mar Negro. A partir del martes todas las lonjas celebradas anotaron incrementos, en algunos casos fuertes. En lo que respecta a los precios en los puertos se vivió una auténtica montaña rusa, con importantes subidas en la primera parte de la semana y bajadas en la segunda mitad, aunque el balance final fue al alza, siempre en comparativa semanal. Esto se debió a que siguió la misma evolución que la registrada en las principales plazas internacionales, sobre todo en Chicago y París, como mucha volatilidad, aunque en la comparativa semanal también se anotaron alzas. En resumidas cuentas, que la decisión de Moscú ha devuelto la inestabilidad al mercado mundial de cereales, y eso se ha trasladado también al español. Algunos sostienen que los rusos volverán a este pacto más pronto que tarde. No lo veo yo tan claro a corto plazo. Por lo pronto, toca esperar a lo que sucede esta semana.
Mientras tanto, las últimas estimaciones del Consejo Internacional de Cereales (CIC) sobre la cosecha mundial arrojan luces y sombras. En el capítulo de las luces está que pronostican una producción récord en todo el mundo, ya que se llegará a los 2.297 millones de toneladas. La demanda mundial alcanzará también niveles históricos, con más de 2.300 millones de toneladas, anotando incrementos respecto a la campaña anterior, tanto en consumo en alimentación animal (1.040 millones de toneladas con una subida del 2,2 por ciento), como humano (764 millones y un alza del 1 por ciento) y uso industrial (369 millones de toneladas y un aumento también del 1 por ciento). Y ahora viene la sombra; a la vista de la evolución de la producción, por un lado, y de la demanda y el consumo, por otro, las existencias al final de la campaña que acaba de comenzar se reducirán, por séptima vez consecutiva, en 10 millones de toneladas y se quedarán en 581 millones, frente a los 591 millones de la campaña 2022/23 y los 601 que hubo en la 2021/22.
Por último, toca hablar de la paja. Este lunes se registró una nueva subida en Salamanca. Resulta lógico a la vista de que la producción de este mal llamado subproducto va a ser muy corta, porque, este año, no ha había ni grano ni tampoco paja. Mientras tanto, la demanda de los ganaderos sigue en aumento. ¡Ah, y como decían Tip y Coll al finalizar muchas de sus intervenciones: la próxima semana hablaremos del Gobierno! Aunque no sé de cuál.
