Los ganaderos piden rapidez para frenar la lengua azul 3

La confirmación de tres casos de lengua azul 3 en Portugal, en Torre de Coelheiros (Évora), a unos 50 kilómetros de la frontera con España, preocupa a los ganaderos porque, de llegar a este país, supondría la entrada de este serotipo (ahora están presentes el 1, 4 y el 8) y, a diferencia de otros, produce cuadros clínicos severos en el ganado, con elevada mortalidad en el ovino pero también cursa con muertes en bovino. En los países donde se había detectado con anterioridad (Países Bajos, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Dinamarca, Noruega, Suecia, República Checa, Francia y Reino Unido) ha producido un impacto significativo en las explotaciones afectadas.

Ante esta situación, Pedro Barato, presidente nacional de la organización agraria ASAJA, pidió este jueves al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que actúe «rápidamente» para evitar que se extienda la enfermedad e instó, para ello, a la puesta en marcha de medidas de forma urgente para atajarla: «Lo que hace falta es solucionar y no alarmar», señaló, e indicó que «hay que actuar rápidamente». ASAJA y su organización homóloga en Portugal, la Confederación de Agricultores Portugueses, CAP, celebraban en Cáceres su IV Congreso Ibérico Agropecuario y Forestal.

España, de acuerdo con Portugal, lo que ha hecho ha sido interrumpir «por el momento» el movimiento de animales susceptibles de lengua azul (vacuno, ovino y caprino) procedente de Portugal y con destino a España. Además, ha contactado con laboratorios para disponer de un banco de vacunas de emergencia. Este jueves, la Junta de Andalucía anunció también la adquisición de vacunas del serotipo 3, con la intención de distribuirlas en cuanto el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación así lo indique. Además, las administraciones instan a los ganaderos a comunicar de forma inmediata cualquier sospecha a los servicios veterinarios oficiales.

En Salamanca, desde la Junta de Castilla y León, con movimiento constante de animales (hasta el cierre actual) desde Portugal hasta Ciudad Rodrigo o Vitigudino, también se ha invitado a los ganaderos a extremar precauciones en los movimientos de ganado y a desinsectar instalaciones o transportes. UPA Salamanca, a través de su secretario general, Carlos Sánchez, pide que se controle el movimiento y vacunar, por la gravedad de este serotipo. «Se tendrá que ver también cómo ha venido porque el salto desde los otros países europeos hasta Portugal no es muy normal».

La enfermedad de lengua azul es vírica, se transmite mediante mosquitos del género Culicoides y afecta a rumiantes de distintas especies. Las condiciones de altas temperaturas -propias del denominado «veranillo de San Miguel» y de humedad favorecen su presencia-.

Otra preocupación es el manejo de ganado, en el caso de que se detecte en España el serotipo 3 de la lengua azul. En este sentido, COAG Salamanca, a través de su presidente, José Manuel Cortés, expresó su preocupación por la acumulación de vacunas.

Para Agustín Francisco, presidente de la Asociación de Veterinarios de Producción Animal de Salamanca -VEPROASA- , el problema no está tanto en el número de vacunas como en el manejo de ganado, que haya que encerrarlo otra vez para vacunar «y eso en extensivo es complicado». Debido a eso los ganaderos suelen aprovechar el saneamiento ganadero para poner las vacunas «y eso en mi opinión no es lo mejor, pero mejor eso que no hacerlo». «Las vacunaciones y las desparasitaciones se deben hacer en la época que sea la mejor y pocas veces coincide con el saneamiento», señaló.

La duda que surge entre los ganaderos es la de quién asumirá el coste de la vacuna, en el caso de que la enfermedad llegara. En relación a la del serotipo 3 y en opinión de Carlos Sánchez, de UPA Salamanca, «la primera dosis, tendría que ser como ocurrió con la del serotipo 4: debería pagarla la administración y que la pusiera una empresa con plantilla amplia para que sea lo más rápido posible», señaló. Ahora en las dosis del serotipo 4, las dosis de vacuna las suministra la Junta y es el ganadero quien asume el coste veterinario. En la de EHE, no obligatoria, la paga el ganadero (entre 4 y 5 euros por cada una de las dos dosis).

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